Cuernavaca, Mor., Ana Luisa Garduño Juárez, activista asesinada la noche del jueves en Temixco, fue sepultada la tarde del sábado en el panteón municipal de esa demarcación junto a los restos de su hija Ana Karen, víctima de feminicidio en diciembre de 2012 y por quien pidió justicia durante nueve años sin lograrlo.
El cortejo fúnebre salió de la funeraria Hispano Mexicana, en Cuernavaca, y se enfiló rumbo a Temixco a las 14:30 horas de ayer; fue escoltado por tres patrullas de la Comisión Estatal de Seguridad y policías de tránsito.
Al frente de la carroza se alinearon los oficiales de tránsito y detrás dos patrullas con policías estatales, le siguieron una camioneta llena de arreglos y coronas de flores enviadas por diversos colectivos de víctimas, de compañeras y compañeros de lucha de Ana Luisa.
La comitiva la formaron alrededor de 20 automóviles con familiares, vecinos, amigos y colegas que la acompañaron en su búsqueda de justicia por el feminicidio de su hija de 17 años, cometido presuntamente por su novio, Eduardo Villalobos, prófugo.
Asistentes al sepelio aseguraron que el gobierno de Cuauhtémoc Blanco, al igual que el del perredista Graco Ramírez y el encabezado por el PAN “lo único que han demostrado es que no han sido capaces de garantizar paz y tranquilidad a las familias que vivimos en Morelos”.
“¡Ya basta de sangre y de impunidad! Alzamos la voz para que sepan que Ana Luisa fue asesinada por un gobierno corrupto, murió por un gobierno negligente y una fiscalía estatal que no cumple su función de investigar y castigar a los responsables”, gritaron los activistas.
La Comisión Independiente de Derechos Humanos de Morelos calificó de grave la indefensión en la que se encuentran los activistas y ambientalistas en la entidad y el país, pues han sido asesinados ocho de 2009 a la fecha, entre ellos Rodrigo Morales, opositor al basurero de Tetlama; el ambientalista Isaac Medardo Herrera, de Jiutepec, y Samir Flores, opositor a la termoeléctrica de Huexca, entre otros.
El colectivo Ana Karen Vive, que encabezaba Garduño Juárez, exigió a la fiscalía de Morelos y al gobierno del estado justicia para la activista y su hija. De igual forma, la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU-DH), organizaciones defensoras de derechos humanos, colectivos y el Eje de Iglesias y Comunidades de Fe de la Brigada Nacional de Búsqueda (BNB) demandaron que el crimen de Ana Luisa Garduño no quede impune.
ONU-DH aseguró que “estos terribles hechos recuerdan la situación de vulnerabilidad que enfrentan las víctimas del delito y las personas defensoras”. Arturo Carrasco Gómez, rector de la parroquia anglicana La Sagrada Familia, perteneciente al eje de iglesias de la BNB, destacó: “pedimos que no se politice el asesinato, que se investigue con estricto apego a derecho, que no se lucre políticamente” y solicitó dar protección a su hijo.
Con información de Carolina Gómez Mena y Jessica Xantomila