Ciudad de México. Un total de 2 mil 500 toneladas de basura orgánica que se generan en la Ciudad de México serán procesadas en la planta de carbonización hidrotermal para convertirla en carbón vegetal y electricidad que podrá ser utilizado como biocombustible para cementeras y carboeléctricas.
Durante un recorrido de supervisión con diputados federales por las instalaciones que se construyen en la planta de composta del Bordo Poniente, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, destacó que se trata de uno de los proyectos de su administración para reducir al 50 por ciento los residuos sólidos que se envían a rellenos sanitarios.
Con una inversión de 300 millones, en una primera etapa, la planta contará con un módulo que a partir de octubre podrá procesar 72 toneladas de materia orgánica y producir 8.7 toneladas de hidrocarbón, que puede utilizarse para la remediación o acondicionamiento de suelos, remplazo del carbón mineral como biocombustible para hornos y producción de electricidad.
La mandataria capitalina destacó que si toda la basura de la ciudad y del país se hiciera a través del proceso de esta planta, se permitiría la generación de electricidad en la parte base de la curva de despacho y con ello sustituir parte de los combustibles fósiles por energía limpia.
“Gobierno federal sí cree en las energías renovables”
Sheinbaum destacó que esta obra, que se realiza de manera conjunta con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la Secretaría de Energía (Sener) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), es una demostración de que el gobierno federal cree en las energías renovables y que es falso que con la reforma energética del Presidente de la República se estén fomentando los combustibles fósiles.
“Nosotros creemos en la transición energética, pero esa transición no puede pasar por encima de la soberanía ni del fortalecimiento de la empresa eléctrica nacional, que es la Comisión Federal de Electricidad”, expresó.
El investigador del Instituto de Ingeniería de la UNAM y coordinador del proyecto, Luis Álvarez-Icaza Longoria, explicó que la planta cuenta con instalaciones para llevar a cabo dos procesos, el de carbonización termal para el material orgánico húmedo, a fin de producir pellas de carbón vegetal, y el de gasificación con residuo seco para la conversión a gases combustibles.
Detalló que a tres años, con una inversión de 5 mil 400 millones de pesos, se instalarán 36 módulos, que podrán transformar al día 2 mil 500 toneladas de basura orgánica y producir 300 toneladas de carbón vegetal.
Adelantó que la empresa Cemex y la CFE podrían ser los primeros clientes de esta producción para las cementeras y las carboeléctricas.
El secretario de Obras, Jesús Esteva, precisó que en la Ciudad de México diariamente se recolectan 6 mil 100 toneladas de basura que se llevan a la disposición de rellenos sanitarios en otros estados, de los cuales entre 40 y 50 por ciento corresponden a materia orgánica.