Moscú. El presidente Vladimir Putin sigue sopesando qué medidas tomar ante la respuesta de Estados Unidos y de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), pero lamentó –en su primera reacción pública– que no se tomaron en cuenta las preocupaciones esenciales de Rusia en materia de seguridad.
Lo comentó con su homólogo francés, Emmanuel Macron, en la conversación que mantuvieron ayer y en la cual ambos, de acuerdo con el servicio de prensa del Kremlin, coincidieron en que es necesario iniciar una desescalada en torno a Ucrania y Rusia, en el contexto de los resultados alcanzados por los asesores políticos de los mandatarios en su reciente encuentro en París, se mostró favorable a continuar las negociaciones en el llamado “formato de Normandía”, cuya siguiente reunión será en Berlín en dos semanas.
En tanto, el canciller Serguei Lavrov afirmó que en lo que respecta a Rusia no habrá guerra en Ucrania, pero que no está en condiciones de asegurar que los “radicales ucranios, que se concentran del otro lado de la frontera, no provoquen un conflicto que obligue a intervenir al ejército ruso”.
Entrevistado por cuatro emisoras locales, Lavrov rechazó que la situación actual sea un juego, en alusión a lo dicho por su homólogo estadunidense, Antony Blinken, de que “la pelota está del lado del Kremlin”.
“A lo mejor ellos tienen una pelota de beisbol y nosotros una bola de laptá (juego ruso del siglo XIV), no lo sé. Lo importante es no tratar de endosar la responsabilidad, y es lo que están haciendo ahora nuestras contrapartes de Estados Unidos y de la OTAN. Insisto en que no van a poder eludir responder a por qué no cumplen lo que firmaron sus presidentes: que no se puede fortalecer la seguridad de uno a costa de la seguridad de otros”, señaló Lavrov.
Enfatizó que Washington menciona otro principio fundamental suscrito con Moscú respecto de que todos los países tienen derecho a decidir por sí mismos cómo defender su seguridad, facultad que ejercen, por ejemplo, al solicitar su ingreso a la OTAN. “Estamos estudiando la respuesta que recibimos. Ya dimos a conocer una primera reacción. De ninguna manera puede satisfacernos en lo que se refiere al problema principal que es por qué Occidente no cumple sus compromisos acerca de que la seguridad tiene que verse como un todo y no toma en cuenta nuestros intereses, que expusimos de forma abierta”, explicó Lavrov.
El canciller ruso agregó: “Despertaron de repente cuando presentamos nuestras demandas por escrito y las hicimos públicas, y si eso ayudó a que cambiaran su actitud negativa hacia nuestras anteriores propuestas sobre un nuevo tratado de misiles de corto y mediano alcance, medidas de confianza durante las maniobras militares y otras, entonces significa que Occidente entiende sólo dependiendo de la forma en la que formulamos nuestras iniciativas”.
Al responder sobre si Rusia piensa instalar bases en otros países o enviar tropas fuera de sus fronteras, Lavrov precisó: “Respecto de nuestras relaciones con países de América Latina, con Serbia, Irán, China o con otros muchos Estados que se comportan de manera decente en el ámbito internacional, siempre estamos dispuestos a encontrar entendimientos de mutuo beneficio en cualquier área, pues son relaciones que no dependen de ninguna coyuntura. (…) Al margen de cómo evolucione el problema de la seguridad en Europa, vamos a impulsar de manera sostenida estos nexos”.