Tegucigalpa. La crisis en el Congreso de Honduras por la existencia paralela de dos jefes del Legislativo, uno de ellos leal a la presidenta Xiomara Castro, se trasladó ayer al plano legal, cuando ambas partes pidieron a la Corte Suprema que defina la situación.
Luis Redondo, del bando de Castro y sus aliados, y Jorge Cálix, del grupo rebelde y respaldado por la oposición, se hicieron elegir en asambleas paralelas y reclaman su legitimidad como presidentes del Parlamento, en una crisis que estalló poco antes de la toma de posesión de Castro, llevada a cabo ayer.
Redondo pertenece al Partido Salvador de Honduras (PSH), que en campaña se alió a la agrupación de Castro, Libertad y Refundación (Libre), ayudándola a ganar. A cambio se le ofreció la presidencia del Congreso. Cálix, de Libre, desconoció el acuerdo y se postuló con el apoyo de los partidos derechistas Nacional y el Liberal. Redondo legisla desde la sede del Congreso, con unos 40 parlamentarios titulares y similar número de suplentes, mientras que Cálix lo hace de forma virtual con más de 70 diputados titulares de los 128 del Congreso.
El ex presidente hondureño Juan Orlando Hernández, señalado por criminales en audiencias judiciales en Estados Unidos por presuntos vínculos con narcotraficantes, asumió como diputado del Parlamento Centroamericano (Parlacen), lo que le da inmunidad.
Hernández, de un partido conservador, asumió el nuevo puesto horas después de terminar el jueves su mandato presidencial de ocho años en Honduras. El político, quien aún no tiene acusaciones formales en tribunales estadunidenses y ha negado relación con miembros de cárteles de la droga, rindió protesta al cargo en una sesión virtual del parlamento regional con sede en Guatemala. El gobierno de Venezuela restableció sus relaciones diplomáticas con Honduras tras la toma de posesión de Castro, anunció ayer el canciller del país sudamericano, Félix Plasencia.
Una delegación del gobierno del presidente venezolano Nicolás Maduro tomó posesión de la embajada en esta capital que era ocupada por los representantes del opositor, Juan Guaidó, autoproclamado “presidente encargado” de Venezuela, y que es reconocido como tal por numerosos gobiernos.