Chilpancingo, Gro., Por primera vez en más de siete años, ayer elementos de la Guardia Nacional y de la Policía Estatal Antimotines, impidieron a los padres de los 43 estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, tomar la caseta de cobro de Palo Blanco, en esta capital.
Alrededor de las 11 de la mañana, unos 15 padres de alumnos, apoyados por normalistas arribaron a la garita para “botear”, como lo habían hecho durante siete años, pero los policías les impidieron acercarse a las cajas de cobro.
Este es el primer despliegue que se efectúa para impedir la toma, y el operativo se implementó durante las primeras horas del viernes en las casetas de La Venta, Paso Morelos y Palo Blanco.
Durante 2020, Caminos y Puentes Federales de Ingresos tuvo pérdidas de más de 4 mil 121 millones de pesos por los cierres.
Desde 2015, los padres de los 43 estudiantes se trasladaban a las casetas de cobro de la Autopista del Sol México-Acapulco, para recabar recursos para su movimiento, después de llevar a cabo las movilizaciones mensuales de los días 26 y 27 de cada mes; pero este viernes no lograron su objetivo, por lo que se retiraron antes de las 13 horas. Los inconformes llegaron ala caseta de Palo Blanco a bordo de tres autobuses, y después de permanecer frente a los agentesantimotines y de la Guardia Nacional, sólo les recriminaron su presencia.
En las últimas semanas, ha persistido el cierre de garitas por parte de normalistas y otras organizaciones, ya sea para protestar, pero principalmente para pedir cooperación voluntaria o forzosa a los automovilistas, para dejarlos circular.
La caseta de Palo Blanco tiene un costo de 156 pesos y la de La Venta de 133 pesos, para automóviles, y por lo regular los normalistas dejan pasar a los conductores por una cuota “voluntaria” de 50 pesos, pero durante las últimas protestas, les exigían 100 pesos. Mientras se prolongó el conflicto, la circulación vehicular fue desviada por la carretera federal Acapulco-México