La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés) solicitó a la casa Millon Asociados suspender la subasta de piezas prehispánicas, algunas procedentes de México, que se realizó ayer en París, informó la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE). Sin embargo, la firma francesa no atendió la petición y realizó la venta sin contratiempos.
Conformada por 372 lotes provenientes de culturas de América y África, la subasta, denominada Cuadernos de viaje: apertura de temporada de ventas, tuvo lugar en París y, según cifras preliminares, recabó poco más de 177 mil euros (alrededor de 4 millones 108 mil pesos), de los cuales 16 mil 800 (cerca de 390 mil pesos) correspondieron a lo obtenido en su conjunto por los bienes culturales originarios de nuestra nación.
El gobierno mexicano, por conducto de su cancillería, intentó impedir la subasta de esas piezas arqueológicas hasta el último momento. Poco antes de la puja, la embajadora en Francia, Blanca Elena Jiménez, entregó una carta dirigida a la presidencia de los grupos Drouoty Millon, en la cual expresó la preocupación por esa transacción comercial.
El canciller Marcelo Ebrard refrendó ayer su oposición a la subasta de piezas que forman parte del patrimonio histórico y cultural de México. Los objetos que se subastan “son de origen ilegal”, señaló en su cuenta de Twitter, y aseguró que el gobierno mexicano va a perseverar en la suspensión de esas ventas y en la recuperación del patrimonio cultural mexicano.
Mediante un video difundido en redes sociales, la embajadora reiteró el rechazo al remate en el extranjero de bienes culturales “que bajo la legislación vigente en nuestra jurisdicción nacional son propiedad de la nación, inalienables e imprescriptibles”.
Aseguró que las subastas de arte prehispánico fomentan “el pillaje, el tráfico ilícito y el blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada internacional”, además de atentar “contra la arqueología moderna, al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos e impedir que éstos puedan ser investigados, obstaculizando así el conocimiento sobre las antiguas civilizaciones”.
Por conducto de la representante diplomática, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador reafirmó su “compromiso con la protección y la promoción del patrimonio histórico y cultural del país”.
Blanca Elena Jiménez agregó que México y Francia “colaboran estrechamente para enfrentar el combate del trafico ilícito de bienes culturales”, y agradeció la disposición de esa nación para cooperar en ese rubro. Además, hizo un llamado a las casas subastadoras francesas para que detengan toda venta de piezas arqueológicas mexicanas y colaboren en la investigación sobre su origen.
De los lotes subastados este viernes en París, 33 superaron la barrera de los mil euros, siendo dos los más costosos, con un precio de 5 mil 200 euros (unos 120 mil 900 pesos): una copa ritual de la cultura chavín, de Perú, elaborada entre los años 700 y 200 aC, y un trigonolito tallado de la cultura taína, de las Antillas mayores, fechado entre los años 600 y 900 dC.
Promovido como un “Hermoso perro gordo”, con el número de lote 136, una escultura en terracota con forma de can, proveniente de Colima, México, fechada entre los años 100 aC y 250 dC, ocupó el segundo puesto, al ser preadjudicada en 5 mil euros (116 mil 217 pesos), con lo que superó el rango de precio estimado de salida: entre 3 mil 500 y 4 mil 500 euros.
Un par es de Ecuador y otras dos son falsas
En un dictamen fechado el 21 de enero, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) confirmó la autenticidad de 30 de las 34 piezas incluidas en los 32 lotes que fueron subastados ayer como procedentes de nuestro país o de origen mesoamericano.
Cuatro de ellas no fueron susceptibles a avalúo, aclaró la dependencia. Las de los lotes 42 y 48, por ser bienes arqueológicos procedentes de Ecuador, aunque la casa subastadora las anunció pertenecientes a la cultura maya asentada en nuestro territorio. Y las de los lotes 36 y 47, por ser de reciente manufactura, “que no forman parte del patrimonio cultural del país”, por lo que el gobierno mexicano calificó la transacción de “fraude”.
Hay dos discrepancias entre el dictamen mexicano y la información asignada a las piezas por Millon Asociados. El INAH da por auténtica la pieza del lote 56, una figura antropomorfa de barro elaborada en el Altiplano central entre los años 800-200 dC, mientras la firma francesa la anunció como elaborada en el siglo XX, y la vendió en 80 euros (unos mil 850 pesos).
En tanto, la del lote 47, una figura antropomorfa en posición sedente, fue subastada en 250 euros ( 5 mil 800 pesos) como una pieza realizada entre los años 300-100 aC en la región costera de Michoacán, cuando el dictamen del instituto establece que es de reciente factura.
El instituto confirmó asimismo la procedencia nacional de una cabeza de un dignatario maya, lote 127, cuya procedencia se situaba entre México y Guatemala y que fue vendida en 2 mil 200 euros (unos 11 mil pesos).
La SRE agradeció este viernes en su cuenta de Twitter el respaldo de la Unesco al solicitar la suspensión de la venta de esos bienes culturales mexicanos. Asimismo, informó que en los tres años más recientes, se han “recuperado más de 5 mil piezas, legado artístico y cultural de nuestros pueblos originarios”.
La Jornada ha dado cuenta de los reclamos y las protestas que esa subasta generó a lo largo de la semana en el ámbito político y diplomático mexicano. Entre otros, se pronunciaron al respecto el canciller Marcelo Ebrard y Beatriz Gutiérrez Müller, presidenta del Consejo Honorario de la Memoria Histórica y Cultural de México y esposa del presidente Andrés Manuel López Obrador.
A ello se suma una carta enviada a la firma Millon Asociados por la titular de la Secretaría de Cultura federal, Alejandra Frausto, en la que expresó su “rotunda desaprobación y rechazo” a esa subasta.