A pesar de que las vacunas han permitido erradicar o controlar enfermedades infecciosas como la poliomielitis, tétanos y difteria, “es vital continuar con la inmunización, pues existen sectores de la población que pueden considerar que ya no se requiere su aplicación, cuando es justamente lo contrario, precisamente porque son efectivas debemos seguir vacunando”, advirtió César Martínez Longoria, pediatra infectólogo y profesor clínico del Hospital San José del Tecnológico de Monterrey.
Destacó que gracias a la vacunación se previenen 2.5 millones fallecimientos por año, y en una década (2000-2010), la inmunización permitió disminuir en 2 millones los decesos en menores de cinco años. Sin embargo, reconoció que la pandemia de covid-19 generó una drástica caída en las coberturas vacunales, en particular de la población menor de seis años.
Martínez Longoria explicó que la vacuna hexavalente permite proteger a los menores contra seis enfermedades (difteria, tétanos, tos ferina, poliomielitis, hepatitis B e influenza tipo B), y al ser una vacuna combinada genera mayores beneficios, tanto en la reducción de inyecciones que se deben aplicar a los niños como en la disminución de visitas al médico, lo que propicia mayor apego de los padres al esquema de vacunación.
El especialista señaló que la disminución de enfermedades prevenibles por vacunación depende en gran medida de que la población mantenga altas tasas de inmunización, en particular ante males infecciosos con elevados indicadores de contagio, como el sarampión, pues una persona contagiada puede infectar a 17 más, como ocurre actualmente, dijo, con la variante ómicron del virus SARS-CoV-2.
Insistió en que otro factor para mantener la vacunación, en particular de la población infantil, es la creciente movilidad poblacional que actualmente se mantiene en el mundo, y que incluso “constatamos en nuestro país con la llegada de migrantes de distintas regiones del planeta donde siguen activas enfermedades infecciosas graves como la difteria o poliomielitis”.