El gobierno tiene la obligación de garantizar el sufragio libre y secreto en la elección de dirigente del sindicato petrolero, “estamos cuidando que no haya fraude, que se respete el voto de todos los trabajadores; que no haya manipulación, amenazas ni bloqueos”, garantizó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Ayer, en la cuarta ronda de exposiciones de los candidatos, la senadora Cecilia Sánchez, quien enfrenta al grupo de Carlos Romero Deschamps, Ricardo Aldana y César Pecero, le dirigió una mirada dura a la secretaria del Trabajo señalando: “usted y yo somos de la Cuarta Transformación, tenemos la obligación de ser congruentes, tenemos la obligación de no avalar que continúe la corrupción”, y denunció condiciones muy adversas para la disidencia en el proceso interno.
“Las elecciones seccionales fueron una simulación, y lo mismo están haciendo con los comicios de la secretaria general, el sistema Sirvolab (la plataforma elaborada por la STPS) está entregada a ellos –al grupo de Carlos Romero Deschamps–, pues a unos trabajadores les están pagando (por el sufragio) y a otros los están amenazando y les están pidiendo la fotografía del voto.”
Antes, el jefe del Ejecutivo federal aseguró que el proceso –a realizarse el lunes– será limpio. “Nosotros tenemos la obligación de garantizar el voto libre y secreto, y no hay preferencias para nadie. En general, todos estamos cuidando de que no haya fraude, que se respete el voto de todos los trabajadores, mujeres y hombres, y que no haya manipulación, amenazas, bloqueos, nada absolutamente; si no, no estaríamos aquí dando este espacio, porque no somos alcahuetes pues, ni mucho menos cómplices de actos antidemocráticos”.
Pidió a los participantes que no se desanimen, “hay que seguir luchando, independientemente del resultado”.
En la conferencia matutina de ayer, acudieron a comparecer dos posturas divergentes, el agua y el aceite. César Pecero, alumno avanzado de Carlos Romero Deschamps se presentó con impecable camisa blanca (personalizada con su nombre del lado izquierdo), fino chaleco azul, y con actitud serena leyó su intervención –con propuestas incluidas–, asumiéndose impasible, al estilo de los viejos líderes frente a un auditorio colmado de fieles trabajadores.
Desde el miércoles se levantaron voces en su contra –en la misma conferencia de prensa–, y ayer habló de garantizar sobre todo los derechos contractuales y estatutarios de los sindicalizados, auditar las finanzas del sindicato y apoyar la política energética del gobierno.
Además, ofreció fomentar la equidad de género e hizo otras promesas que aún no ha cumplido la red de influencia Deschamps-Aldana, a la que Pecero ha pertenecido.
En tanto, Cecilia Sánchez recordó que en 1997 “me quitaron mi plaza por tercera vez y decidí demandar. Fueron ocho años de insultos y humillaciones sólo por pelear mis derechos”. Con firmeza, la legisladora advirtió: “Todos sabemos que en nuestro sindicato jamás ha habido elecciones libres y secretas; será la primera vez que se implementa un voto electrónico. Los trabajadores estamos inconformes con tener que darles los datos como requisito para sufragar porque nos piden registrarnos en el Sirvolab; nos hacen que nos anotemos en unas listas que se va a donde están ellos (Pecero) para que puedan estar coaccionando al trabajador de Petróleos Mexicanos”.