El comercio exterior de México terminó 2021 con un déficit de 11 mil 491 millones de dólares, el primero desde 2018, y que está relacionado con un incremento de las importaciones por una mayor demanda de insumos de la economía nacional.
El año pasado se registró un superávit de 13 mil 435 millones de dólares en la balanza no petrolera y un déficit de 24 mil 926 millones en la petrolera, reveló este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Luego de dos años de vender más al mundo de lo que compró, las exportaciones totales de México ascendieron a 494 mil 225 millones de dólares el año pasado, lo que representó un avance anual de 18.5 por ciento, y las importaciones sumaron 505 mil 716 millones de dólares, 32.1 por ciento más con respecto al cierre de 2020, marcando ambos máximos.
De acuerdo con el reporte de la balanza comercial de mercancías, a diciembre de 2021 México exportó (vendió) principalmente productos manufactureros, 88 por ciento del total de sus exportaciones, y productos petroleros, 6 por ciento; mientras importó (compró) bienes de consumo intermedio, 80 por ciento, y bienes de consumo, 12 por ciento. En este último caso fue un indicador de la recuperación de la demanda interna.
Con el comportamiento de las importaciones el consumo ganó dinamismo y sugiere cierta resiliencia en la demanda doméstica, a pesar de precios más altos, mientras los bienes intermedios fueron fuertes en un entorno de cuellos de botella en los envíos.
Desglosadas las exportaciones no petroleras, las dirigidas a Estados Unidos crecieron 16.2 por ciento en 2021 respecto de 2020; en tanto que las canalizadas al resto del mundo lo hicieron en 17.8 por ciento.
Así, las exportaciones petroleras tuvieron una expansión 65.4 por ciento, a 28 mil 926 millones de dólares. Las manufactureras anotaron un alza de 16.7 por ciento anual a 436 mil 75 millones de dólares, de los cuales, 32 por ciento correspondieron al sector automotor, en medio de una crisis por la escasez de semiconductores.
Los rubros petroleros tanto en exportación como importación se mantuvieron altos por la persistencia de precios elevados.
Las importaciones fueron más fuertes en bienes de consumo, sorprendiendo el alza (21.8 por ciento) a pesar de precios de la gasolina más modestos en Estados Unidos.
En tanto, en diciembre se registró un superávit comercial de 590 millones de dólares. El aumento respecto al déficit de 112 millones de dólares observado en noviembre se originó de un mayor superávit de la balanza de productos no petroleros y de un mayor déficit de la de productos petroleros.
Éste fue el primer dato positivo en seis meses que, según analistas, todavía está distorsionado por los problemas en las cadenas de suministro y con renovado dinamismo en los envíos manufactureros no automotores al exterior.
Para este 2022, el crecimiento sigue limitado por las barreras para la producción ante los problemas en el abasto de mercancías por retrasos en la logística.