Con motivo de una subasta prevista para este viernes en París en la que se pondrán a la venta bienes culturales mexicanos, México hizo un llamado a las casas subastadoras francesas para que detengan toda venta de piezas mexicanas y colaboren con el gobierno mexicano en la investigación sobre el origen de las mismas.
Por instrucciones del secretario de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard, la embajadora de México en Francia, Blanca Elena Jiménez Cisneros, entregó una carta dirigida a la Presidencia del Grupo Drouot y antes al Grupo Millon.
En ella expresó la preocupación por la subasta mencionada y señaló que “México reitera su rechazo a la venta en el extranjero de objetos culturales prehispánicos mexicanos, que bajo la legislación vigente en nuestra jurisdicción nacional son propiedad de la Nación, inalienables e imprescriptibles”.
Señaló que este tipo de ventas fomentan el pillaje, el saqueo, el tráfico ilícito y blanqueo de bienes perpetrados por la delincuencia organizada transnacional, según información difundida por la Cancillería.
Estas subastas, agregó, atentan contra la arqueología moderna al incentivar excavaciones ilegales para extraer objetos, e impedir que éstos puedan ser investigados, con lo que se obstaculiza el conocimiento sobre las antiguas civilizaciones.
Manifestó que el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador “tiene un sólido compromiso con la protección y promoción del patrimonio histórico y cultural del país” y dijo que México y Francia “colaboran estrechamente para enfrentar el combate del tráfico ilícito de bienes culturales”.
Hizo un llamado a la sociedad civil francesa y agradeció “su interés por nuestras culturas originarias y los invitamos a no comprar piezas arqueológicas mexicanas. Nuestro patrimonio no está a la venta”.