México y Estados Unidos instalaron ayer el Grupo de Trabajo sobre Tráfico de Armas del Entendimiento Bicentenario.
Se trata del inicio de un programa binacional para reducir sustancialmente la llegada de armas ilegales a México por la frontera común, explicó a nombre del canciller Marcelo Ebrard, el jefe para América del Norte, Roberto Velasco, en una ceremonia realizada en la sede de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).
El objetivo central es incrementar las confiscaciones de armas y municiones, en ambos lados de la frontera, destinadas a venderse de manera ilegal en territorio mexicano y llevar ante la justicia a los traficantes ilegales en ambos países.
Entre otros puntos, se busca agilizar la judicialización de casos, aumentar las extradiciones hacia ambos países, fortalecer los operativos espejo en la frontera común, trabajar en conjunto para modernizar la tecnología de inspección en la frontera y aumentar el intercambio de información balística y de inteligencia.
El embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, expresó que a iniciativa de los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden ambos países están comprometidos “a trabajar mano a mano contra la violencia”.
Expuso que la creación de este grupo de trabajo es producto de meses de trabajo y consideró que a veces “se critica que no está pasando nada contra la violencia, pero la realidad es que hay mucho que está sucediendo”.
Reconoció que hasta ahora, la crisis del trasiego de armas hacia México no era algo que Estados Unidos viera como un problema. “México lo veía como problema, porque las armas que se compran en Estados Unidos y vienen aquí causan la violencia, matan al pueblo”, expresó.
Ahora, señaló, en el contexto del Entendimiento Bicentenario, ambos países consideran que este “es un problema de las dos naciones y la solución es de las dos naciones”.
Las armas de fuego “que están provocando la violencia en México provienen mayormente de Estados Unidos y es crucial tratar de detener ese flujo”, subrayó el fiscal general asistente adjunto de Estados Unidos, Bruce Swart, en una declaración que por la noche fue retomada por el gobierno de México en las redes sociales.
Velasco expuso que el de las armas es uno de los temas esenciales para México “porque la disponibilidad de armas ilegales para el crimen organizado es uno de los factores que alimentan la violencia que muy lamentablemente lastima a la sociedad mexicana y que, por supuesto, no queremos ver más”.
En la reunión, ambas delegaciones acordaron robustecer la cooperación para aumentar los costos de los traficantes de armas. “Los que trafican armas van a pagar en los dos países”, señaló Salazar.
“La instrucción que tenemos de la secretaria Rosa Icela Rodríguez es que mandemos un mensaje simple: los traficantes de armas enfrentarán mayores costos por sus acciones ilícitas en México y Estados Unidos”, coincidió el subsecretario de Seguridad Pública, Ricardo Mejía Berdeja.