Washington. El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos –la mayor economía mundial y principal socio comercial de México– creció 5.7 por ciento en 2021, su mayor expansión desde 1984, informó este jueves el Departamento de Comercio, en una primera estimación. El crecimiento del año pasado se vio impulsado por un enorme estímulo fiscal y por las bajas tasas de interés.
En 2020, la crisis del Covid provocó una contracción de 3.5 por ciento del PIB de Estados Unidos, la mayor caída desde 1946.
El crecimiento económico de Estados Unidos se aceleró en el cuarto trimestre gracias a que las empresas repusieron sus agotados inventarios para satisfacer la fuerte demanda de bienes, lo que contribuyó a que en 2021 tuviera sus mejores resultados en casi cuatro décadas.
En el cuarto trimestre, en proyección anual (la tasa de crecimiento en 12 meses si se mantuvieran las condiciones al momento de la medición), el crecimiento fue de 6.9 por ciento, una cifra mucho mayor a la esperada por los analistas, que vaticinaban un repunte de 5.6 por ciento.
El crecimiento del año pasado es más fuerte de lo esperado por la Reserva Federal (banco central, Fed), que anticipó un incremento de 5.5 por ciento, y también de la tasa proyectada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), que esperaba un 5.6 por ciento.
El PIB del cuarto trimestre también es 3.1 por ciento superior al del cuarto trimestre de 2019, el último antes de la pandemia.
Utilizando otros mecanismos de comparación más extendidos, que se aplican en grandes economías, comparando el cuarto trimestre de 2021 con el cuarto trimestre de 2020, como hace China por ejemplo, la expansión ascendió a 5.5 por ciento.
Además, el consumo de los hogares, que representa casi las tres cuartas partes de la economía estadunidense, aumentó 7.9 por ciento el año pasado.
Al conocerse el reporte del PIB, el mandatario celebró que en el cuarto trimestre de 2021, EU superó a China en crecimiento económico por primera vez en 20 años. La segunda mayor economía mundial creció 4 por ciento anual en el último periodo del año pasado.
El fuerte repunte del crecimiento en el último año es un dato alentador para el presidente Joe Biden, cuya popularidad está cayendo ante una agenda económica interna estancada después de que el Congreso no aprobó su plan de 1.75 billones de dólares.
Estímulos y Covid-19
El crecimiento de la economía de Estados Unidos había sido fuerte a principios del año pasado, impulsado por paquetes de estímulo masivos que fomentaron el gasto de los consumidores y luego por un reflujo de la pandemia gracias a una campaña de vacunación activa en la primavera.
En el primer trimestre la mayor economía mundial creció 6.4 por ciento y en el segundo 6.7 por ciento, siempre en proyección anual. Entre abril y junio volvió a su nivel previo a la pandemia.
Pero en el tercer trimestre de 2021 el crecimiento tuvo un frenazo, y la expansión fue de 2.3 por ciento, debido a la aparición de la variante delta de Covid-19.
Ahora se espera que el crecimiento se desacelere en el primer trimestre de 2022, lastrado por la nueva variante, ómicron, que ha provocado una ola masiva de contagios, reduciendo la actividad económica.
Los precios al consumo aumentaron fuertemente el año pasado, y son una preocupación para el gobierno de Joe Biden.
Según el índice PCE del Departamento de Comercio, el que más considera el banco central, el incremento fue de 3.9 por ciento en 2021. Pero el otro índice de inflación, el del Departamento de Trabajo (PCI), publicado el 12 de enero, había reportado un aumento de precios de 7 por ciento en 2021, que constituiría la mayor suba en 12 meses desde junio de 1982.
Tasas contra la inflación
El sólido crecimiento del año pasado respalda el giro de la Reserva Federal hacia una subida de las tasas de interés en marzo. El presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo el miércoles, tras su primera reunión de política monetaria del año, que “la economía ya no necesita niveles altos y sostenidos de apoyo a la política monetaria” y que “pronto será apropiado subir” las tasas.
Las tasas de referencia fueron recortadas en marzo de 2020 para hacer frente a la pandemia de coronavirus, lo que permitió sostener el consumo y la inversión. Ahora el objetivo del organismo al subir sus tipos de interés es incidir en los precios frenando la demanda. Tasas más altas encarecen el crédito a particulares y empresas.
A pesar de que se prevé una mala racha en el primer trimestre por los problemas derivados de la pandemia, la peor inflación en décadas, los cuellos de botella en la cadena de abastecimiento y las próximas subidas de las tasas, se espera que la economía estadunidense siga adelante este año, con estimaciones de crecimiento de hasta 3.9 por ciento.