Yareli Salazar no tuvo un buen inicio con el equipo Ceratizit WNT Procycling Team, pues al incorporarse a la escuadra profesional con licencia alemana ante la Unión Ciclista Internacional, dio positivo al Covid, lo que la recluyó los primeros días, y después, abriendo una botella de agua durante un entrenamiento, se rompió una muela y requirió cirugía e implante –de la que aún se recupera–, aunque ha empezado a entrenar y espera tomar parte en la primera competencia en Europa, de 49 pactadas este año, el próximo 6 de febrero.
“No inicié como deseaba: en la primera semana de enero salí positiva a la prueba de Covid, no tuve síntomas, de salud estuve bien, pero tuve que hacer cuarentena para no contagiar; no pude entrenar, así que por ese lado estaba un poco triste”, comentó la pedalista sinaloense en videoconferencia desde Calpe, España, donde el equipo desarrolla una concentración.
Relató que al resultar negativa se presentó al primer entrenamiento. “Estaba feliz, pero justo ese día me fracturé la mitad de una muela abriendo una botella. Fui rapidísimo al hospital, me tuvieron que extraer toda la pieza, pusieron cuatro inyecciones de anestesia porque el dolor no paraba, salió todo ‘ok’, al día siguiente fui a cirugía, me pusieran un implante, fue muy doloroso.
“Con la incrustación todo salió bien, pero el dolor seguía, fui al hospital una vez más porque la molestia era impresionante, lloraba todo el día, no he dormido en 10 días, concilio el sueño una hora cuando mucho, ahorita ya estoy mejor; revisaron otra vez mi diente, mi mandíbula y vieron que tenía fracturado un pedazo de hueso, creo que fue cuando extrajeron mi muela, y ese es el dolor que he tenido en estos días”.
La olímpica de 25 años de edad lucía animada. Desde el domingo pasado por fin inició actividades con su nuevo equipo, en cuyas filas se encamina a alcanzar niveles de excelencia.
Yareli aprecia el respaldo que le ofertará su equipo, en principio ante la recuperación después de la reciente cirugía bucal, pero sobre todo en el tiempo que necesitará para adaptarse a la competencia exigente y constante, que inclui-rá sus objetivos individuales, como sus participaciones en las justas de pista. Una de las grandes metas es-te año será convertirse en la primera mexicana en participar en el Tour de Francia Femenil, ya que esa competencia regresa al concierto mundial después de 33 años. Las ediciones anteriores se realizaron de 1984 a 1989.