Todo va muy bien, me garantizaron los médicos que puedo seguir adelante, me siento bien de salud y con mucho ánimo, aseguró el presidente Andrés Manuel López Obrador. Al presentarse, puntual, a su conferencia matutina –tres días después de someterse a un cateterismo en el Hospital Central Militar–, aclaró que a través de su testamento político tiene “la responsabilidad de actuar previendo todo; tengo un testamento, siendo Presidente le agregué un texto que, en caso de mi fallecimiento, se garantice la continuidad en el proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad”.
Al preguntarle sobre a quién va dirigido ese contenido, replicó: “es que no puedo dar más detalles, porque entonces irían a las notarías y ya no sería testamento”.
Se le inquirió por la controversia pública generada a raíz del anuncio de su testamento político y respondió así: “tengo la responsabilidad de actuar previendo todo, cualquier circunstancia; más, cuando iba yo a someterme a este cateterismo. Y tengo desde hace algún tiempo un testamento, y ya siendo Presidente le agregué un texto que tiene el propósito de que en el caso de mi fallecimiento se garantice la continuidad en el proceso de transformación y que no haya ingobernabilidad; que las cosas se den sin sobresaltos, sin afectar el desarrollo del país, garantizando siempre la estabilidad y el que se avance en el proyecto que hemos iniciado.
“Sería irresponsable el no prever estas cosas, somos seres humanos y tenemos que estar preparados para cualquier eventualidad, y no somos ajenos a una responsabilidad pública de primer orden, estamos representando a un país, a todos; entonces, no debe de extrañar. Desde luego, esto aplica hasta que yo esté en el desempeño de mi función como Presidente de la República y también en general este testamento va a conocerse cuando yo deje de existir”.
Al sostener que se encuentra “bien y de buenas”, agradeció a mucha gente que se preocupó por su estado de salud, “ahora sí que, de todo corazón, por su apoyo, por su solidaridad, por sus expresiones de ánimo. Y afortunadamente salieron bien las cosas. Ya me dieron licencia para aplicarme a fondo, para seguir trabajando con intensidad y llevar a cabo o consumar la transformación de la vida pública del país en el tiempo que nos falta.
“Desde luego, tenemos que pasar por la revocación del mandato, pero si la gente decide que continúe en la Presidencia, pues voy a terminar, vamos a concluir y vamos a cerrar un ciclo de lucha por la transformación de nuestro país y estoy seguro que vamos a entregar buenas cuentas. Entonces, (parafraseo una línea de Violeta Parra) gracias a la vida, que me ha dado tanto. Gracias a todos los ciudadanos, a los mexicanos, hasta con los que tenemos diferencias. Cuando se trata de un asunto de salud hay solidaridad, hay muestras de afecto sinceras”.
Adelantó que el fin de semana próximo hará una gira de trabajo privada, en el sureste del país, en supervisión del Tren Maya. Estará en Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
Enfundado en chamarra y gorra beisboleras
También, ayer pasadas las tres de la tarde, López Obrador fue trasladado en un automóvil Jetta color blanco con dirección al sur de la Ciudad de México. Se le observó sonriente e iba enfundado en una chamarra de la selección mexicana de beisbol, además portaba una gorra del mismo deporte al que es afecto. Ante el silencio de su oficina de prensa, corrió la versión de que fue a pegarle a la pelota.