La polémica por los recientes nombramientos en las titularidades de las embajadas de México en el exterior sigue creciendo.
Ayer comenzaron a perfilarse dos posturas: por un lado, quienes argumentan que se debe respetar la “legalidad” para dichas designaciones y, por otro, los que objetaron la representatividad de la mesa directiva de la Asociación del Servicio Exterior Mexicano (ASEM), cuyo presidente, el embajador David Nájera, señaló la víspera en un posicionamiento público que en al menos tres de las 16 nuevas asignaciones diplomáticas, los nominados “no cumplen con los requisitos de ley” para ocupar el cargo.
El 14 de enero pasado, en uso de sus facultades constitucionales, el presidente Andrés Manuel López Obrador designó a 16 titulares de representaciones de México en el exterior, las cuales deben ser avalados por los gobiernos de las naciones que los recibirán y después por el Senado.
Ayer, La Jornada dio cuenta de la controversia y de la posición de miembros del SEM, como Nájera y otros que hasta ahora han preferido no revelar sus nombres. Estos últimos agregaron que “se debe privilegiar” a quienes tengan rango de ministros en el escalafón diplomático para ocupar la titularidad de las representaciones en el exterior.
Integrantes del personal de carrera del Servicio Exterior Mexicano (SEM), que hoy ocupan relevantes cargos en la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), se lanzaron en redes sociales contra el embajador Nájera, debido a su pronunciamiento, y señalaron que sus afirmaciones “no son representativas”. Esto pese a que la ASEM agrupa a más de 600 miembros del servicio exterior, 200 de ellos jubilados.
Opiniones encontradas
Entre los críticos del presidente de la ASEM destacan el embajador Juan Manuel Gómez Robledo, representante permanente adjunto de la Misión de México ante Naciones Unidas; el consultor jurídico de la SRE, Alejandro Celorio; el director general para América Latina, Martín Borrego Llorente; Jennifer Feller, directora general de planeación; Salvador Tinajero, coordinador de derecho internacional público de la consultoría jurídica de la SRE.
En contraparte, otros sectores del SEM, como el embajador jubilado Carlos González Magallón; y el cónsul adscrito al consulado general de México en Montreal, Héctor Huerta Nava (con rango de ministro), se pronunciaron por el apego a la normativa y al escalafón.
“Se debe respetar el espíritu de todo este proceso, porque implica preparación. Las personas que van subiendo el escalafón lo hacen mediante complejas fases (marcadas en la ley) en las que adquieren experiencia y conocimientos. Es terrible que se trastoquen esos procedimientos”, subrayó el embajador González Magallón, quien tiene una trayectoria de 45 años.
Huerta Nava apoyó el pronunciamiento de Nájera. “Por primera vez en mucho tiempo, la ASEM expresa opiniones que antes no se exponían o que se hacían desde el anonimato. Ese comunicado ayuda a iniciar el diálogo. Nadie cuestiona la capacidad, profesionalismo y calidad personal de los colegas (con rango de segundo secretario) propuestos por el jefe del Ejecutivo federal como titulares, pero debemos tener claro que, de acuerdo con la ley y reglamento del SEM, no les corresponden esos nombramientos”.
Funcionarios de la cancillería declararon a La Jornada que las designaciones de titular de alguna misión diplomática de un integrante de carrera “no supone un ascenso en el escalafón del SEM”, y que en administraciones pasadas, titulares del Ejecutivo nombraron a esos cargos a personal con rango inferior al de ministro.