Londres. El fundador de Wikileaks, Julian Assange, ganó ayer la primera etapa en su intento por anular un fallo de Reino Unido que abrió la puerta a su extradición a Estados Unidos, donde sería juzgado por cargos de espionaje.
El alto tribunal en Londres otorgó permiso a Assange de apelar la decisión del caso ante la Suprema Corte de Reino Unido. Sin embargo, la máxima instancia primero debe aceptar el caso.
“Que no quede la menor duda: Hoy ganamos en los tribunales”, declaró la prometida de Assange, Stella Moris, afuera de la sala de justicia. “Seguiremos luchando hasta que Julian quede en libertad”, añadió.
La Suprema Corte usualmente demora unas ocho semanas a partir de la fecha en que una solicitud es presentada, para decidir sobre una apelación.
Este es un nuevo paso en la larga batalla judicial de Assange por evitar un juicio en Estados Unidos por cargos relacionados con la publicación de cientos de miles de documentos clasificados en Wikileaks hace más de una década.
Hace apenas un año, un juez de distrito de Londres rechazó la petición de extradición estadunidense con el argumento de que era probable que Assange se suicidara si era sujeto a las duras condiciones penitenciarias en Estados Unidos. Las autoridades estadunidenses presentaron garantías más tarde de que el acusado no enfrentaría el duro trato que según sus abogados pondría en peligro su salud física y mental.
El Alto Tribunal revocó el mes pasado la decisión de la corte inferior e indicó que las promesas de Estados Unidos bastaban para garantizar que Assange recibiría un trato humano.
Esas promesas fueron el foco del fallo emitido ayer por el Alto Tribunal.