Londres. Aumentando la presión sobre el primer ministro Boris Johnson, cuyo puesto pende de un hilo, la policía londinense anunció el martes estar investigando acerca de varias fiestas celebradas en sus oficinas y otras dependencias gubernamentales presuntamente infringiendo las reglas del confinamiento.
La Policía Metropolitana de Londres "está investigando una serie de eventos que tuvieron lugar en Downing Street y Whitehall en los últimos dos años en relación con posibles infracciones de la normativa sobre el covid-19", anunció el martes la jefe de Scotland Yard, Cressida Dick, ante la asamblea local de la capital.
Johnson y sus colaboradores prometen "cooperar plenamente" con la investigación, anunció el mismo martes un portavoz.
El primer ministro considera que es "totalmente correcto" que la Policía Metropolitana investigue, aseguró su portavoz a los periodistas. "Esto proporcionará claridad a la opinión pública y ayudará a trazar una línea bajo estos acontecimientos", agregó.
"Los ciudadanos esperan, con razón, que la policía defienda la ley sin miedo ni favoritismos, independientemente de a quién afecte", reaccionó inmediatamente el alcalde, el laborista Sadiq Khan, insistiendo en que "nadie está por encima de la ley". "No puede haber una norma para el gobierno y otra para todos los demás", subrayó.
La policía había sido muy criticada hasta ahora por su política de no investigar retroactivamente presuntas infracciones de las leyes anticovid. Y acusada de cerrar los ojos a la evidencia de las varias fiestas, algunas con música y grandes cantidades de alcohol, celebradas en Downing Street, donde se encuentran las oficinas y la residencia oficial de Johnson, pese a la permanente presencia de agentes a su entrada.
En el último episodio de un goteo de filtraciones a la prensa que no cesa desde diciembre y provocó la peor crisis política que haya vivido el líder conservador desde su gloriosa llegada al poder en 2019, el lunes por la noche ITV afirmó que Johnson celebró su cumpleaños con varios allegados en pleno confinamiento.
Según ese canal privado, Johnson participó en una fiesta organizada por su futura esposa, Carrie, en la sala del consejo de ministros el 19 de junio de 2020, cuando ese tipo de reuniones estaban prohibidas.
A ella habrían asistido hasta 30 personas, incluida la decoradora Lulu Lytle, que llevó a cabo la costosa reforma de su apartamento en Downing Street, cuya financiación causó otras de las numerosas controversias y escándalos de corrupción y amiguismo que salpican desde hace meses al primer ministro, agotando la paciencia de la opinión pública y sus aliados políticos.