Un total de 97 mil 098 personas se encuentran desaparecidas o no localizadas en el país, pero la ciencia y la tecnología geoespacial ayudarían a su localización, la documentación de sitios de búsqueda y contar con un registro nacional de fosas clandestinas, consideró el investigador José Luis Silván
De acuerdo con el Registro Nacional de Personas Desaparecidas de la Secretaría de Gobernación, 86 mil 911 están desaparecidas y 10 mil 187 no localizadas, donde “la única diferencia es que en un caso son desaparecidos forzados y los otros son voluntarios”.
La utilización de sensores remotos ayuda a la localización de restos de desaparecidos; mientras, el empleo de dispositivos electrónicos para hacer mapeos tridimensionales permitió ubicar fosas muy cerca de los caminos, a no más de 800 metros la mayoría.
Ello, quiere decir que “cuesta mucho trabajo llevar a un individuo contra su voluntad a mucha distancia”, dijo al afirmar que la detección hiperespectral es promisoria, pero falta realizar más investigación en torno a la detección con sensores transportados por drones.
En la conferencia: “Experiencias en el uso de sensores remotos en la búsqueda de fosas”, que llevó a cabo la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, señaló que las zonas con privacidad espacial son un atractivo para los perpetradores de crímenes.
Se trata de espacios clandestinos con más probabilidades de encontrar fosas con cuerpos de personas desaparecidas y donde tres áreas de la ciencia y tecnología geoespacial pueden aportar para la búsqueda forense, como la documentación del sitio de hallazgo o búsqueda.
Así como la detección directa e indirecta de restos depositados en el medio ambiente mediante sensores remotos y la prospección, que es averiguar en dónde es más probable que se encuentren cuerpos de personas.
El coordinador del programa de posgrado del CentroGeo explicó que en el tema de documentación han realizado mapeos bidimensionales o tridimensionales de los sitios de interés, los cuales pueden consultarse en cualquier momento sin importar si la zona cambió.
Mientras, en el caso de la prospección han trabajado en los espaciales para definir áreas de búsqueda y los hidrológicos, para encontrar fragmentos en superficie.