Tegucigalpa. Diputados hondureños eligieron ayer dos juntas directivas paralelas del Congreso en medio de disputas entre la presidenta electa Xiomara Castro y legisladores disidentes de su partido por el control de ese poder en una nueva crisis política en la empobrecida nación centroamericana.
Diecinueve diputados disidentes del partido de Castro, Libertad y Refundación (Libre), con apoyo de formaciones de derecha, eligieron a Jorge Cálix presidente del Congreso en un centro social.
En paralelo, parlamentarios de Libre leales a Castro y el Partido Salvador de Honduras (PSH) nombraron a Luis Redondo, de esta última formación y como parte de un acuerdo entre ambos partidos, en el edificio del Congreso.
Castro pactó con el PSH para votar a Redondo como titular del Congreso.
Simpatizantes de Castro afuera del recinto
Centenares de simpatizantes de Libre se congregaron desde la noche del sábado frente a la sede del Congreso, convocados por Castro, en una vigilia que mantuvieron hasta ayer.
Cálix, acusado de “traidor” por Castro, prometió trabajar por el programa de la presidenta electa, quien debe asumir el gobierno el jueves. Agregó que su juramentación tuvo lugar en un centro social porque el edificio legislativo estaba rodeado por simpatizantes de Castro y temía por su seguridad.
En todo caso, en su primer discurso, Cálix fue contundente: “mientras yo ostente la presidencia del primer poder del Estado no habrá ningún golpe contra la presidenta electa”.
La junta directiva que preside Cálix fue electa por 80 diputados propietarios. La presidida en la otra sesión de partidarios de Castro fue electa por 49 diputados propietarios y una cantidad no precisada de suplentes, según fuentes de la agrupación. Es difícil corroborar los apoyos recibidos por el legislador del PSH, pues la votación fue a mano alzada en una caótica sesión desbordada por la presencia de simpatizantes.
En total se requieren 65 votos para lograr la dirección del Congreso, la mitad más uno de los 128 escaños.
La crisis estalló el pasado viernes en una sesión en medio de golpes y gritos, cuando Cálix juró como presidente legislativo provisional, en desobediencia al pacto entre Libre y el PSH.
Los 19 diputados disidentes fueron expulsados de Libre.
“Reconozco la presidencia del Congreso encabezada por el diputado Luis Redondo, le invito a mi juramentación junto al pueblo el 27 de enero”, tuiteó Castro.
Castro acusa a los disidentes de su partido de aliarse con el PN para impedirle cumplir las transformaciones que prometió durante la campaña presidencial.
Castro ganó las elecciones el 28 de noviembre por abrumadora mayoría, gracias a una alianza con el PSH, a cambio de nominar a su candidato presidencial, Salvador Nasralla, en la vicepresidencia.
El Congreso quedó integrado por 50 diputados de Libre, 44 del PN (del actual presidente Juan Orlando Hernández), 22 del Partido Liberal (PL, derecha), 10 del PSH y dos de otros partidos.