Washington. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, evalúa la posibilidad de desplegar a miles de militares en Europa del Este y las ex repúblicas soviéticas bálticas, así como buques de guerra y aviones a sus aliados de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en medio de crecientes temores de una incursión rusa en Ucrania, informó ayer el diario New York Times, que citó a fuentes anónimas del gobierno del mandatario demócrata.
La medida representaría un giro importante para el gobierno de Biden, quien hasta hace poco mantenía una postura moderada frente a la crisis de Ucrania, por temor a provocar una invasión de Rusia en territorio ucranio. El cambio de estrategia surge de las acciones del Kremlin y el fracaso de los encuentros diplomáticos entre funcionarios estadunidenses y rusos, indicó el diario neoyorquino.
Altos mandos del Departamento de Defensa presentaron el sábado a Biden varias opciones, entre ellas enviar a los países de Europa oriental entre mil y 5 mil militares “con la posibilidad de aumentar 10 veces este número en caso de que la situación se deteriore”.
Ninguna de las opciones sobre la mesa supone enviar tropas a Ucrania, se indicó en el encuentro con Biden realizado en Campo David.
Se espera que el presidente estadunidense tome una decisión al respecto en los próximos días, añadió el New York Times, cuyas fuentes subrayaron que el despliegue de miles de tropas adicionales en el flanco este de la OTAN, que incluye a Estonia, Letonia y Lituania, es el escenario que el mandatario ruso, Vladimir Putin, ha querido evitar.
Kiev y varios países occidentales han manifestado su preocupación por el despliegue hasta de cien mil soldados y armamento de Rusia en su frontera con Ucrania.
Rusia rechazó en más de una ocasión las acusaciones de planear una agresión contra Ucrania; alega que desplaza tropas dentro de su propio territorio, lo cual no amenaza a nadie.
Moscú acusa a Occidente de utilizar estos argumentos de pretexto para emplazar más equipo militar de la OTAN cerca de las fronteras rusas.
Además, el Departamento de Estado autorizó la salida voluntaria de parte de su personla y familiares de la embajada en Kiev ante “la continua amenaza de acción militar por parte de Rusia”.
La cancillería de Gran Bretaña aseguró el sábado que Rusia quiere remplazar al gobierno de Ucrania por otro afín al Kremlin, lo que fue rechazado ayer por Moscú, que dijo que Londres y la OTAN quieren “intensificar las tensiones” sobre Ucrania.
La cancillería británica aseveró que tenía información de que el gobierno ruso está considerando al ex legislador ucranio Yevhen Murayev como un candidato potencial para encabezar un liderazgo prorruso.
Murayev rechazó la idea de que Rusia quiere instalarlo como líder de Ucrania, en comentarios a periódicos británicos y en una entrevista con la agencia de noticias Reuters.
Negó tener algún contacto con oficiales de inteligencia rusos y descartó la idea de que podría estar aliado con el Kremlin como “estúpido”, dado que fue sancionado por Rusia en 2018.
La cancillería británica se negó a proporcionar evidencia para respaldar sus acusaciones.
“La desinformación difundida por la cancillería británica es una prueba más de que son los países de la OTAN, liderados por los anglosajones, los que están subiendo la tensión en torno a Ucrania”, comentó ayer la vocera de la cancillería rusa Maria Zakharova en Telegram. “Pedimos a la Oficina de Exteriores británica que detenga la actividad provocadora y deje de difundir tonterías”, afirmó.