En la próxima década, casi 75 por ciento de la producción mundial de litio tendrá como destino la industria automotriz, que ante la falta de alternativas la usará para fabricar baterías eléctricas, revela un reciente informe del gobierno de Chile, uno de los países con las mayores reservas en el mundo.
Lo anterior contrasta con la opinión de algunos especialistas del sector energético mexicano, quienes en el contexto de la reforma eléctrica, la cual se discute en el Congreso y contiene un apartado para reservar al Estado el uso del litio, aseguran que pronto será sustituido por elementos menos contaminantes, como el hidrógeno.
El estudio Producción y consumo de litio hacia 2030, elaborado por la Comisión Minera de Cobre de Chile, señala que el segmento de vehículos eléctricos representa 41 por ciento del consumo mundial de litio; sin embargo, dado el aumento en la producción de estos autos, pasará a 73 por ciento en 2030.
De esta forma, destaca que la demanda global de carbonato de litio pasará de las 327 mil toneladas actuales hasta las 2 millones 114 mil toneladas en 2030, lo que supone un crecimiento anual promedio de 21 por ciento.
De acuerdo con el Servicio Geológico de Estados Unidos, Chile es el tercer país con las mayores reservas de litio en el mundo, con un total de 9.6 millones de toneladas, sólo por debajo de las 21 millones de Bolivia y de las 19 millones de Argentina, mientras México ocupa la novena posición con 1.7 millones de toneladas.
El texto destaca que 8 por ciento del litio del mundo está depositado en rocas sedimentarias, principalmente en la arcilla, las cuales se encuentran en su mayoría en Estados Unidos, México, Serbia y Perú. No obstante, aclara que en este tipo de yacimientos aún no hay producción, pues toda se concentra en pegmatitas y salmueras.
También se menciona a México como un futuro productor importante, pues hace énfasis en el Proyecto de Litio de Sonora, el cual aún pertenece a Bacanora Lithium (próximamente será adquirido por la china Gangfeng Lithium) y tiene el potencial de producir a mediados de esta década un total de 35 mil toneladas de carbonato de litio por año.