El sector de preparación de alimentos y bebidas –afectado de gravedad por la pandemia de covid-19– comenzó mal 2022, pues ha disminuido a mínimo 50 por ciento la operación ante la nueva ola de contagios, mientras se encuentra en la encrucijada de trasladar la inflación a los precios, afirmó Germán González Bernal, presidente de la Cámara Nacional de la Industria Restaurantera y Alimentos Condimentados (Canirac).
En entrevista con La Jornada, el líder de esa industria comentó que el último trimestre del año se observó una recuperación, pues la gente se animó a salir, pero a principios de enero, por la presión de más contagios, la gente comenzó a guardarse y los restaurantes empezaron a tener baja demanda.
Comentó que la nueva ola no sóloha provocado una baja en las ventas, sino también la falta de personal, pues se ha mandado a cuarentena a trabajadores contagiados, o a quienes tienen familiares con covid-19 para prevenir brotes.
Estimó que con el cambio en los semáforos entrarán restricciones como 80 por ciento del aforo, pero lo cierto es que, cuando mucho, los restaurantes están operando a 50 por ciento, además de tener áreas cerradas y poco personal.
González Bernal confió en que esta nueva ola de contagios se reduzca en cuatro semanas, como ha sucedido en otros países, pues en México hay un avance en la población vacunada, lo cual ha permitido una reducción en el número de hospitalizaciones por complicaciones de la enfermedad.
Destacó que la industria no está exigiendo a sus trabajadores el esquema de vacunación, pero se alienta a que cuenten con él, mientras aún no es factible pedir a los comensales mostrar el certificado de inmunización, pues hay lugares del país donde aún no tienen los niveles como los de la capital del país.
Destacó que “no es un buen enero” para el sector, e incluso se prevé “difícil en los tres primeros meses del año”, pues se suma el factor de la inflación.
Añadió que el alza de precios complica la situación de la industria, pues lo más fácil es trasladar los costos a los alimentos y bebidas, pero el cliente dejará de consumir si considera que ya no es razonable la cantidad que paga.
Apuntó que si los restaurantes absorben ese impacto, comenzarán a disminuir sus márgenes de ganancia, lo que repercute en el crecimiento y nuevas inversiones.
El sector de preparación de bebidas, que impacta en 83 por ciento de las ramas económicas según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía fue una de las más golpeadas por la contingencia sanitaria.
González Bernal señaló que por el coronavirus se perdieron 122 mil establecimientos, cantidad que se tradujo en una disminución de 18 por ciento respecto de los datos observados antes de la pandemia.
Actualmente sólo 10 por ciento de los restaurantes quedó cerrado en forma permanente, pues reabrieron varios, incluso algunos pasaron a otras manos, pues las familias que eran las dueñas ya no contaron con más recursos para sostener el negocio.
Agregó que se han rescatado alrededor de 75 por ciento de los empleos que se perdieron, pues hubo recontrataciones y nuevas aperturas. Consideró que la recuperación de 25 por ciento de puestos laborales perdidos y 10 por ciento de restaurantes aún llevará tiempo, incluso años.