Cuando Andrés Manuel habla de que ya tiene un “testamento político” para el caso de que recurrentes e insalvables problemas de salud no le permitieran terminar su mandato, fijado para el 30 de septiembre del año 2024, no se refiere a que designaría a un heredero, o heredera, ya se tratara de Claudia Sheinbaum, Marcelo Ebrard, Tatiana Clouthier o Rocío Nahle. La Constitución ya prevé la situación. Dice en su artículo 84: “En caso de falta absoluta del Presidente de la República, en tanto el Congreso nombra al presidente interino o sustituto, lo que deberá ocurrir en un término no mayor a sesenta días, el secretario de Gobernación asumirá provisionalmente la titularidad del Poder Ejecutivo” (la diferencia entre interino y sustituto es que el primero entra en funciones en los primeros dos años del presidente faltante y el sustituto en los últimos cuatro, que sería la circunstancia actual). Y agrega: “Cuando la falta absoluta del Presidente ocurriese en los cuatro últimos años del período respectivo, si el Congreso de la Unión se encontrase en sesiones designará al presidente sustituto, que deberá concluir el periodo, siguiendo en lo conducente el mismo procedimiento que en el caso del presidente interino”. Y si no estuviera en sesiones el Congreso, lo convocaría la Comisión Permanente. En otras palabras: Adán Augusto López Hernández asumiría provisionalmente el poder mientras el Congreso designa a un sustituto, o sustituta, que termine el sexenio. La Constitución no prohíbe que el presidente provisional se convierta, por acuerdo del Congreso, en sustituto. Así que en condiciones ideales de concertacesiones entre las fuerzas (y debilidades) políticas sería el secretario de Gobernación el que se sacaría la rifa, ya no del avión, sino del tigre (Ricardo Monreal intentaría un coup d’État, pero terminaría refugiado en el remoto Ojocaliente, Zacatecas). Volviendo al comienzo: el “testamento político” de Andrés Manuel no se refiere a herederos probables, sino a un conjunto de principios éticos, políticos y sociales que le gustaría que su sucesor continuara para que la 4T no quedara como un intento fallido. “El error es morirse”, solía decir el siempre recordado Jacobo Zabludovsky. Hacerlo va contra su modo de ser, pero si Andrés Manuel cuidara su salud y en especial la dieta, si usara cubrebocas (sería melodramático que se contagiara por tercera vez), si hallara un balance entre trabajo y descanso, en vez de “cometer el error” y provocar un trauma político al país con su ausencia definitiva, podría realizar su plan de retirarse hasta 2024 a su quinta sureña, anclar él mismo la 4T, escribir ese libro pendiente y, más que nada, disfrutar la compañía de la bella e inteligente Beatriz y sus hijos (también se divertiría con el espectáculo que seguirá cuando sus hoy leales seguidores cuatrotetistas se agarren del chongo en la disputa por el poder).
Bitcóin desinflado
El mundo ha atestiguado el derrumbe catastrófico de monedas, una muestra es el “efecto tequila” zedillista. Sin embargo, no hay registro de un caso en que las pérdidas lleguen al trillón de dólares (un billón en el esquema que utilizamos en México), como ha ocurrido con el bitcóin. El origen de su caída se encuentra en la intención de la Reserva Federal de retirar el estímulo del mercado, por lo que los activos de mayor riesgo en todo el mundo, como el bitcóin, están padeciendo. El bitcóin, el mayor activo digital, perdió más de 12% el viernes y cayó por debajo de los 36 mil dólares a su nivel más precario desde julio. Desde su punto máximo en noviembre, ha perdido más de 45% de su valor. La disminución del bitcóin desde ese máximo de noviembre ha eliminado más de 600 mil millones en valor de mercado, y se ha perdido más de un billón del mercado criptográfico agregado.
Ombudsman social
Asunto: justicia guanga
No cabe duda de que esos jueces que imparten justicia en México no dejan de sorprenderme, uno de ellos acaba de liberar a Emilio Lozoya por el caso de la venta de la planta chatarra de Agronitrogenados. Tengo la certeza de que tal juez será invitado de honor al próximo pato Pekín que consuma en el Hunan el ex director de Pemex, digo, tan pronto como otro juez de la misma calaña lo libere del soborno de Oderbrecht. Lamentable que así de guanga esté la justicia en mi México querido.
Profr. Benjamín Cortés Valadez/Cdmx
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