Con la crisis económica por la pandemia, la situación habitacional de muchas personas que viven en la capital del país se ha deteriorado de manera significativa, advierte un sondeo realizado por el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM y la Oficina para América Latina de la Coalición Internacional para el Hábitat (HIC-AL), entre otros colectivos.
Precisa que para las personas, la dificultad para pagar la renta, por la pérdida de empleos, derivó en la búsqueda de soluciones habitacionales menos favorables, lejos de sus trabajos y con menos espacios, y las condiciones para alquilar un inmueble han recaído en la informalidad.
Según el sondeo, en el que participaron 409 personas, más de la mitad afirmaron haber enfrentado dificultades para pagar la renta o hipoteca y 32 por ciento tuvieron que mudarse de vivienda, de estos últimos, 57 por ciento cambió a un domicilio dentro de la Ciudad de México, en tanto que una quinta parte se fue al estado de México y una cantidad similar se mudó a otra entidad del país.
Sobre las afectaciones que ha tenido el cambiar de casa en sus actividades, 26 por ciento señaló que ha tenido repercusiones porque tienen que recorrer una mayor distancia para llegar a su trabajo, el resto mencionó que hasta el momento de la encuesta –entre marzo y mayo de 2021– no tenía dificultades, pues laboraba desde casa o no tenía trabajo.
Reducción de espacios
En el informe se resalta que antes de marzo de 2020 “prácticamente en todas las viviendas se contaba con espacios destinados para cocina, baño y dormitorio, y alrededor de 80 por ciento disponían de sala y comedor. Luego de la pandemia se advirtió una disminución en las que contaban con el espacio para cocina, comedor y dormitorio (8, 7 y 4 puntos porcentuales, respectivamente)”.
También se advierte que si bien en 2020 dos terceras partes de los encuestados contaban con un contrato escrito, este porcentaje se redujo a 46 por ciento en 2021. Además, 15 por ciento de las personas fueron desalojadas, principalmente por parte de las personas propietarias, y en algunos casos de manera violenta y sin tener alguna otra alternativa de vivienda.