Madrid. Miles de personas se manifestaron en las calles de Madrid para advertir de la “situación insostenible” en la que se encuentra el llamado “sector primario”, es decir los agricultores, ganaderos y las actividades vinculadas al mundo rural español, que está viviendo una de las peores etapas de las últimas décadas. A pesar de la espiral al alza de la inflación y de los altos índices de consumo de productos agrícolas, el trabajador del campo está al límite, recibiendo casi siempre un precio por debajo del costo de la producción o ligeramente superior, y sufriendo regulaciones que les obligan a modificaciones permanentes de su actividad.
El divorcio entre el mundo rural español y el gobierno, del socialista Pedro Sánchez, está más álgido que nunca, como quisieron poner de manifiesto en la protesta que protagonizaron en Madrid, a la que acudieron más de seis mil personas, según los datos facilitados por la Delegación del Gobierno, y más de 20 mil, según los organizadores. Procedentes de todos los puntos del país acudieron a Madrid con sus tractores, a caballo, con carretas jaladas por bueyes, también había burros, perros de caza y ovejas. En la marcha se hicieron sonar los cencerros, las cacerolas, los silbatos y las bocinas para lanzar un mensaje de desesperación, en el que señalan de una buena parte de todos sus males al actual Ejecutivo.
Además de exigir un cambio en las regulaciones del sector primario, el mundo rural también salió en tromba para exigir la dimisión del ministro de Consumo, Alberto Garzón, que forma parte de la cuota de Unidas Podemos del gobierno, por unas declaraciones recientes en las que advertía que la carne producida en España en las llamadas “granjas intensivas” eran de peor calidad que las intensivas. El problema es que esas afirmaciones, siendo verdad, las hizo en un medio de comunicación inglés -The Guardian-, cuando el mercado británico es el principal importador de la carne producida en España. El mundo rural le señaló como el principal responsable de “los ataques económicos e ideológicos que ponen en peligro nuestra subsistencia”.
La manifestación fue convocada por la Asociación para el Desarrollo y la Defensa del Mundo Rural, en la que se integran 300 asociaciones del sector primario de todo el país, que se unieron para denunciar la “situación insostenible” en la que se encuentran, por los bajos precios de sus productos en el mercado, que atribuyeron en gran medida a la “competencia desleal” de otros países. De hecho la pancarta que presidía la protesta decía_ “¿Hasta cuándo pensáis arruinarno?”, en una clara interpelación al Ejecutivo, con el que el divorcio ya es total. De hecho la protesta fue respaldada por todos los partidos de oposición de la derecha, desde el Partido Popular (PP), Ciudadanos y Vox, que también tienen la vista puesta en las elecciones autonómicas del próximo 14 de febrero en Castilla y León, una de las regiones con más sector primario del país. En esos comicios se verá hasta qué punto se ha consumado la ruptura entre el mundo rural y el actual gobierno español.