En 2021 el monto de las remesas superó cuatro veces la cantidad que sacaron del país inversionistas extranjeros al vender sus posiciones en bonos del gobierno federal; es decir, por cada dólar que foráneos se llevaron a otra nación, los los migrantes mexicanos mandaron cuatro, revelan cifras oficiales y preliminares.
Datos del Banco de México indican que en 2021 tenedores extranjeros vendieron deuda mexicana por un total de 257 mil 601 millones de pesos, con lo que se concretó la salida de capital más alta desde que hay registro, superando la de 2020, cuando en medio del primer año de la emergencia sanitaria se esfumaron 257 mil 239 millones.
En contraste, datos del banco central muestran que de enero a noviembre de 2021 las remesas ascendieron a 46 mil 800 millones de dólares; sin embargo, estimaciones de distintas instituciones financieras indican que éstas cerraron el año por arriba de 50 mil millones, que a un tipo de cambio promedio de 20.5 pesos por dólar equivalen a poco más de un billón de pesos.
De esta forma, la salida de capitales extranjeros equivale apenas a 25 por ciento del billón de pesos que enviaron los connacionales, principalmente desde Estados Unidos, durante el año pasado.
Segundo año de fugas
Las remesas se han posicionado como la principal entrada de divisas al país, únicamente por debajo de las exportaciones totales, superando a sectores que históricamente habían sido más importantes, como por ejemplo la venta de petróleo crudo o los ingresos que dejan los turistas internacionales.
Para Janneth Quiroz Zamora, subdirectora de análisis de Grupo Financiero Monex, la gran diferencia entre salida de capitales foráneos y remesas no es algo menor, pues ha contribuido a mantener estable el tipo de cambio, ya que de lo contrario, al haber existido menos dólares en circulación, se hubiera registrado una mayor depreciación del peso.
“Hemos visto que las remesas han tenido un desempeño bastante bueno desde que comenzó la pandemia, lo que ha ayudado a las familias, pero además de ese beneficio, también se trata de un importante ingreso de dólares, los cuales sirven para que haya una mayor oferta de la moneda estadunidense, eso ayuda a que el peso siga estable, lo que favorece a la economía, y en cierta medida a la inflación”, apuntó la especialista.
Con la salida de capitales extranjeros en 2021, México sumó su segundo año consecutivo con números negativos, lo que nunca antes había sucedido. Los factores que han provocado lo anterior, coinciden especialistas, son diversos, como por ejemplo, la emergencia sanitaria, el alza de tasas en países desarrollados, el bajo crecimiento económico, y la incertidumbre por ciertas políticas gubernamentales locales.
En tanto, las remesas cerraron 2020 en un nivel récord, el cual fue superado desde noviembre pasado, por lo cual terminaron 2021 en un nuevo nivel sin precedente, no obstante, Quiroz Zamora enfatizó en que estos ingresos no están asociados a que la economía de México esté teniendo un mejor desempeño, pues es producto de transferencias directas a sus familias de personas que tuvieron que salir en búsqueda de una oportunidad laboral que no encontraron en su lugar de origen.
Para la especialista, si bien el monto histórico de las remesas ha tomado un tinte político, es mejor tenerlas, pues a lo largo de los dos años que ha durado la pandemia han sido pieza fundamental para incentivar el consumo del país, pues se han convertido en ingresos para las familias más vulnerables del país, lo que a su vez ha contribuido a impulsar la recuperación de la economía tras la afectación del covid-19. “Si bien se ha politizado un poco el tema, sin duda son ingresos bienvenidos”.