Ciudad de México. El presidente Andrés Manuel López Obrador ofreció a la secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, revisar “caso por caso” las inconformidades de los inversionistas en este sector, pero advirtió que no aceptará amenazas de quienes pretenden seguir recibiendo subsidios, los cuales resultan injustos para el erario y el pueblo.
Hay empresarios mexicanos y otros vinculados con consorcios españoles que buscan protegerse con Washington, denunció el mandatario, al relatar ayer, durante su conferencia de prensa matutina, el encuentro del jueves con la enviada del presidente Biden, en el cual explicó también la iniciativa de reforma constitucional en materia eléctrica, y la situación de abandono y corrupción en el que halló el sector.
“Ahí andan buscando protección ¿no?: ‘Lo vamos a acusar porque va a expropiar, nos vamos a quedar sin luz, va a haber apagones, así es en Venezuela, son ideas comunistas’, cuando les debería dar vergüenza, son unos reverendos ladrones que no entienden que ya son otros tiempos”, subrayó.
López Obrador se reunió el jueves pasado en Palacio Nacional con Granholm; el encuentro privado generó expectativas sobre todo entre grupos empresariales que han acusado al gobierno mexicano de transgredir el acuerdo comercial de América del Norte (T-MEC).
Algunas voces en la iniciativa privada advierten una actitud discriminatoria en favor de las empresas estatales de energía y bloqueo a la inversión, como aseguró en la víspera Stephen Comstock, vicepresidente de política corporativa del Instituto Americano del Petróleo.
La cita con la funcionaria (ex fiscal y primera mujer en gobernar el estado de Michigan) se realizó en medio de quejas de algunos inversionistas, que vieron en Granholm la portadora de un reclamo hacia el Presidente por las políticas públicas puestas en marcha durante su gobierno.
El Presidente mexicano dijo que la reunión con la funcionaria fue “muy cordial” y comentó que Granholm era una mujer muy sensible, con mucha experiencia “y platicamos bien”.
En cuanto a la iniciativa de reforma, expuso a Granholm el esquema vigente, y la forma en que está enderezando entuertos y problemas heredados.
Le expliqué –puntualizó– el negocio que hicieron con los gasoductos y de las sociedades de “autoabasto” que terminan vendiendo, pese a que ello está prohibido, porque esa actividad corresponde a la Comisión Federal de Electricidad.
“Y así estuvimos platicando de todo esto y ella pues entendiendo que nuestra misión es desterrar la corrupción del país.”
Sin embargo, destacó que su gobierno tiene disposición al diálogo para explicar y ver caso por caso las inconformidades, aunque por la información disponible son pocas empresas en esa posición, vinculadas más bien a la actividad financiera.
“Detrás están los fondos que se dedican a invertir. Entonces, a veces es el fondo o la empresa. A ver, para ser más claros, puede ser BlackRock, Iberdrola y Oxxo.”
En su opinión, los funcionarios del gobierno estadunidense “entienden muy bien” el valor del combate a la corrupción y han mostrado respeto por la estrategia de su contraparte.
“¿Y con qué argumentos un gobierno extranjero va a venir a defender la corrupción? Se la ponen muy difícil. Porque si se tratara de algo injusto, pues entonces sí; pero el gobierno de Estados Unidos ha sido muy respetuoso y no está protegiendo la corrupción, además ellos saben muy bien que el problema de México era ese”, señaló.
Preocupa a la Casa Blanca impacto de la reforma energética, señala Jennifer Granholme
Alejandro Alegría
La secretaría de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, aseguró que durante su visita de dos días al país, que concluyó ayer, expresó al presidente Andrés Manuel López Obrador, a legisladores y empresarios, las “preocupaciones reales” de la Casa Blanca “sobre el posible impacto negativo en la inversión privada estadunidense en México de las reformas energéticas” propuestas por el gobierno federal para fortalecer a las empresas estatales.
En un mensaje que difundió este viernes, la funcionaria sostuvo que recibió la promesa de que México está comprometido con apoyar la energía limpia “y resolver las disputas actuales con proyectos privados dentro del estado de derecho”.
La funcionaria agradeció al gobierno federal por “el diálogo abierto sobre nuestro futuro energético conjunto”, pues Estados Unidos “ve una gran promesa en la energía renovable para impulsar la competitividad de América del Norte”.
Detalló que en la reunión con el presidente Andrés Manuel López Obrador, así como en encuentros con industriales, legisladores y la sociedad civil, expresó las “preocupaciones reales” de la administración Biden-Harris “sobre el posible impacto negativo de las reformas energéticas propuestas por México en la inversión privada estadunidense.
“La reforma propuesta también podría obstaculizar los esfuerzos conjuntos de Estados Unidos y México en materia de energía limpia y clima. Debemos mantener y mejorar los mercados energéticos abiertos y competitivos que beneficien a América del Norte.”
Más temprano, en un foro organizado por la Embajada de su país, dijo que Estados Unidos ve “una gran oportunidad” de asociarse con México en energías limpias para unificar a América del Norte, pero Washington espera que “las gestiones con respecto a la reforma se puedan resolver para llegar a esta gran oportunidad”.
En su posicionamiento final, Granholm consideró que ambas naciones deben mantener y mejorar los mercados energéticos abiertos y competitivos en beneficio de la región.
Dijo que México posee una gran cantidad de energía renovable potencial que, si se emplea, podría impulsar al país al menos 10 veces más, crear millones de empleos bien remunerados y desarrollar una industria de exportación.
También expresó al gobierno su entusiasmo por trabajar para avanzar en los objetivos climáticos de México y hacer crecer una economía de energía limpia, competitiva y diversificada.
“Queremos explorar la colaboración en el desarrollo de la energía geotérmica, la integración de las energías renovables en la red, la reducción del metano y la electrificación rural.”
Indicó que la colaboración entre ambas naciones es clave para mantener la ventaja competitiva de América del Norte sobre el resto del mundo.
Reiteró que la relación entre ambas naciones “ha brindado un gran beneficio mutuo”, pues México es el segundo socio comercial más grande y las empresas estadunidenses son los mayores inversionistas en territorio mexicano.
La titular de Energía, Rocío Nahle, comentó que durante la reunión entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y Granholm, el mandatario explicó “cuál es la política energética de México, cómo cada país se acomoda a lo que tiene, a sus recursos naturales, a su propia demanda”.