Quito. La gran mayoría del territorio de Ecuador, que hace una semana fue declarado en alerta roja, descendió el sábado a amarilla ante una disminución del nivel de contagios de Covid-19, informaron autoridades.
La ministra de Salud, Ximena Garzón, precisó en rueda de prensa conjunta que el número de casos en todo el país bajó desde un récord de 47 mil 53 en la segunda semana epidemiológica del año a 37 mil 180 en la tercera.
"Tuvimos un brote muy pronunciado de casos Covid a partir del 8 de enero", comentó Garzón, y añadió que el pico se alcanzó el día 16, desde cuando "vamos viendo que existe una baja de casos".
El 16 de enero, Ecuador declaró en alerta roja a 193 de sus 221 cantones, incluidos Quito y el puerto de Guayaquil (suroeste), las ciudades más populosas, y suspendió las clases.
La funcionaria precisó que ante la reducción de casos, 179 cantones aparecen ahora en amarillo, 29 en verde y apenas 13 en rojo.
"Esperemos que esta tendencia se siga presentando hacia la baja en las próximas tres semanas", enfatizó Garzón.
Frente a la pandemia, las autoridades imponen en la nación un aforo de 75 por ciento en sitios públicos para las zonas en verde, 50% en amarillo y 30 por ciento en rojo.
Desde que declaró la presencia del virus en su territorio, en febrero de 2020, Ecuador --con 17.7 millones de habitantes-- registra 664 mil 664 casos (3.755 por cada cien mil personas) y 34 mil 287 muertos.
Con 34 mil 287 fallecidos, Ecuador es la séptima nación latinoamericana con más víctimas fatales por el coronavirus, según un conteo de la AFP con base a cifras oficiales.
El país sudamericano, que en diciembre dispuso la obligatoriedad de la vacuna anticovid, está inmunizando a las personas de cinco años en adelante, que suman 16.1 millones de los 17.7 millones de pobladores.
El país sudamericano ha completado hasta el sábado el esquema de inoculación a 82 por ciento (13,2 millones) de la población vacunable. También ha colocado la primera dosis de refuerzo a 2.2 millones de personas.
El 3 de enero, el gobierno ecuatoriano redujo a 50 por ciento el aforo de sus instituciones, retomando el teletrabajo parcial en las dependencias del Ejecutivo.