La secretaria de Energía de Estados Unidos, Jennifer Granholm, sostuvo ayer un encuentro privado con integrantes de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) del Senado, en el que escuchó a la oposición manifestarse contra la reforma eléctrica.
Los más virulentos fueron legisladores de PAN y Movimiento Ciudadano (MC), quienes advirtieron que con esa reforma, presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se creará un monopolio y habrá un daño a las inversiones nacionales y extranjeras en materia de electricidad.
La senadora panista Nadia Navarro advirtió que su partido se opone a esa reforma y pugnarán por el fortalecimiento de la inversión privada nacional e internacional, ya que actualmente México tiene un millar de permisos de generación eléctrica de privados, e impulsa también eliminar los monopolios, sobre todo si el Estado los ejerce.
“Sería un factor de debilitamiento e incertidumbre en la relación bilateral”, dijo Clemente Castañeda, de MC, quien pidió conocer la postura de Estados Unidos.
En conferencia, luego del encuentro, el presidente de la Jucopo, Ricardo Monreal, reveló que la secretaria Granholm no aludió al tema de la reforma eléctrica, pero quien sí lo hizo al final fue el embajador de Estados Unidos, Ken Salazar, quien dijo que saben que es un procedimiento soberano, en el que “el Senado mexicano tendrá la última palabra”. Al afirmarlo, el diplomático tocó el hombro del presidente de la Cámara de Diputados, el priísta Rubén Moreira, quién en su intervención resaltó que se han abierto foros de análisis sobre la reforma eléctrica en los que podrán opinar todos los interesados.