Al manifestar su beneplácito por la compra de la refinería Deer Park, el presidente Andrés Manuel López Obrador informó que en lo que va de su administración se han invertido más de 60 mil millones de pesos en las seis refinerías en operación, a lo cual se agregará el potencial de la de reciente adquisición, el de la coquizadora de Tula y, en su momento, la planta que se construye en Dos Bocas, Tabasco.
“Las refinerías que nos dejaron estaban en muy mal estado. Llevamos tres años invirtiendo. Hemos invertido en tres años más de 60 mil millones de pesos, a razón de 10 mil millones por refinería, porque estaban en el abandono”, dijo a la prensa.
Desde Texas, el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero, agradeció a Shell por respetar los acuerdos iniciales, pese al alza del precio internacional de petróleo. “Nunca se agandallaron, nunca trataron de abusar”, expresó.
Es un asunto de seguridad nacional, pero buen negocio
López Obrador detalló que Deer Park –adquirida por alrededor de 600 millones de dólares– opera actualmente a 85 por ciento de su capacidad instalada (de un tope de 320 mil barriles de petróleo crudo), y las seis mexicanas pasaron en los tres años recientes de 38 a más de 55 por ciento de su potencial productivo.
Los pasos anteriores están en la proyección de conseguir la autosuficiencia del país en materia de combustibles (ahora todavía se compran cerca de 400 mil barriles al día), como un asunto de seguridad nacional, pero también como un buen negocio, aunque algunos digan lo contrario, señaló.
“Es un hecho histórico que ahora estemos comprando, aun de manera simbólica sólo una empresa, una refinería, pero es un viraje completo en la política de nuestro país.”
Igualmente mencionó que otro punto a conseguir es lograr la cobertura de Internet en todo el país. “Y nos está costando, no es fácil”.