A más de tres años con la actual administración capitalina, no se ha hecho nada por abatir la presencia de coyotes que ofrecen presuntos servicios afuera de las instalaciones de la Dirección General del Registro Civil, la cual admitió su existencia “y que es una problemática que desde hace años se presenta”.
La Jornada publicó ayer testimonios de usuarios que coincidieron en señalar en que no son atendidos con eficiencia por los empleados del Registro Civil, pues de acuerdo con su experiencia enfrentaron una actitud déspota y no fueron orientados adecuadamente en el trámite que solicitaron, en su mayoría relacionado con errores en su acta de nacimiento.
Algunos plantearon que tienen más de tres meses sin recibir solución; en contraste, se les pidió ya no acudir, sino enviar un correo electrónico y esperar la respuesta.
En una tarjeta informativa, la Dirección General del Registro Civil señaló que en coordinación con la Secretaría de Seguridad Ciudadana se reforzó la vigilancia con aproximadamente 30 policías para replegar a los coyotes y ponerlos a disposición del Ministerio Público en caso de incurrir en algún delito.
Agregó que se han hecho campañas permanentes para asesorar y atender los requerimientos de los usuarios, además de trabajar en conjunto con la policía que realiza labores de vigilancia y control de forma permanente.
La dependencia aseguró que “cuenta con procesos y tiempos estipulados en su manual administrativo para cada trámite, por lo que la promesa de entrega antes del tiempo establecido es un engaño. Esta Dirección General no tiene atribuciones para realizar correcciones o subir en plataforma las actas registradas en otros estados de la República”, sin aclarar el trámite que realizan usuarios con actas foráneas; además, llamó “a no caer en este tipo de engaños, ya que ponen en riesgo su integridad y la validez de los documentos debido a que son apócrifos o falsos. Para erradicar este tipo de prácticas es necesario evitar la participación o interacción con estas personas”.
Este diario publicó el modus operandi de los coyotes –hombres y mujeres por igual, la mayoría son jóvenes ataviados con sudaderas, pantalón de mezclilla y gorras–, quienes se reúnen en la esquina de Arcos de Belén y Doctor Andrade y sin importarles la presencia de policías ofrecen sus servicios. Ellos garantizan supuesta eficiencia en la gestoría de trámites por los que cobran de 300 a 7 mil pesos para corregir y digitalizar las actas en máximo 24 horas y sin errores.