Roma. El Papa emérito Benedicto XVI expresó “conmoción y vergüenza” por los casos de abuso sexual contra menores en la Iglesia católica alemana y aseguró que en los próximos días examinará “con la atención necesaria” el informe publicado por la arquidiócesis de Munich, elaborado por el bufete de abogados Westpfahl Spilker Wastl (WSW), que lo acusa de inacción en cuatro ocasiones cuando era arzobispo.
Benedicto XVI, de 94 años, “expresa su cercanía y su oración para todas las víctimas”, informó a la prensa su secretario, monseñor Georg Gänswein, quien precisó que el Papa emérito “no ha leído aún el informe de mil páginas” que lo involucra.
Al reafirmar su “sentimiento de vergüenza y remordimiento”, el vocero del Vaticano, Matteo Bruni, aseveró que la santa sede “no conoce el contenido” del informe divulgado en Alemania y confirmó que la Iglesia “seguirá el camino que ha emprendido para proteger a los menores”.
El cardenal Joseph Ratzinger, antes de convertirse en Papa, no tomó ninguna medida contra cuatro eclesiásticos sospechosos de abusos de menores, afirmaron los abogados del WSW, que desde 2020 investiga a petición del clero alemán las denuncias de abusos sexuales en la arquidiócesis de Múnich y Frisinga entre 1945 y 2019.
En un documento transmitido a los letrados, el papa emérito, quien vive retirado en el Vaticano desde su dimisión en 2013, negó tajante cualquier responsabilidad, posición que para los expertos “no es creíble”, declaró el abogado Martin Pusch.
Dos de los casos implican a clérigos que cometieron varios abusos probados por los tribunales, pero se les permitió seguir con sus obligaciones pastorales, según Pusch. Los expertos dicen estar “convencidos” de que Ratzinger, arzobispo de Munich y Freising entre 1977 y 1982, estaba al corriente del pasado pedófilo del sacerdote Peter Hullermann.
El informe asegura que había al menos 497 víctimas de abuso, principalmente hombres jóvenes, y muchos casos probablemente no habían sido denunciados.