La iniciativa para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) no está en contra de las energías limpias, sino que busca evitar que continúen los abusos de empresas trasnacionales que obtienen financiamiento del gobierno federal para desarrollar energías renovables, dijeron expertos en la cuarta sesión del parlamento abierto de la reforma eléctrica.
Jorge Toro, director del Consejo del Sistema Nacional de Educación Tecnológica, señaló en su participación en el foro organizado por la Cámara de Diputados que entre 2019 y 2022 la empresa estatal habrá erogado 18 mil 290 millones de pesos en certificados de energía limpia (CEL), títulos emitidos por la Comisión Reguladora de Energía (CRE) que la CFE está obligada a comprar a privados por la generación de cada megawatt producido con fuentes renovables.
Detalló que mientras en 2019 erogó 2 mil 624 millones de pesos por adquirir CEL, esa cantidad habrá crecido este año en 164.40 por ciento, pues se prevé que pague 6 mil 939 millones de pesos.
“Todos esos recursos pudieran orientarse al mantenimiento y el desarrollo de plantas hidroeléctricas en el país”, dijo.
Apuntó que el dinero de la CFE está financiando a las empresas trasnacionales que generan energía eléctrica.
“El problema no es anular las energías limpias, es tener un marco que pueda permitir su desarrollo, pero sin dañar los aspectos financieros de la nación.”
“La CFE está subvencionando el desarrollo de las energías limpias”, agregó antes de señalar que 46 por ciento de la participación de privados que se propone puede ser generada con energías renovables.
Miguel López, subdirector de Contratación y Servicios de la CFE, aseguró que la reforma eléctrica no busca eliminar la competencia, sino desaparecer mecanismos de transferencia de recursos de la empresa estatal, que es dinero público, hacia empresas privadas que utilizan las figuras de productores independientes de energía y autoabasto.
En el primer caso, la CFE está obligada a comprar la energía por 25 años a los PIE, los cuales reciben un subsidio, están sujetos a un riesgo cambiario y comercial por bajo despacho y representan un daño al patrimonio de la nación por 420 mil millones de pesos.
Con la figura de autoabasto las empresas han abusado, pues tienen socios de un dólar, no pagan transmisión ni el respaldo en caso de que no generen energía.
Con diversas intervenciones en tono sarcástico, Nelson Delgado, director general de la Asociación Mexicana de Energía Solar (Asolmex), criticó el proyecto fotovoltaico de la CFE que se instalará en Sonora, pues consideró que con una sola planta no puede encabezar la transición energética.