Melbourne. Un grupo de trabajo independiente entregó su informe con 150 recomendaciones para acabar con el sexismo en el seno de la selección australiana de natación, potencia mundial en ese deporte, después de la denuncia de algunas integrantes del representativo sobre comportamientos abusivos.
Luego de la lectura del documento, el presidente de Swimming Australia, Kieren Perkins, se comprometió a que su Federación apoye y aliente el “proceso de cambio de conducta positiva”.
Más entrenadoras
La introducción de cuotas para aumentar el número de entrenadoras, la prohibición del uso del término “físico” con una connotación peyorativa sobre la talla y la forma del cuerpo de nadadores y nadadoras son algunas de las medidas que preconiza el informe.
Otra recomendación: la prohibición de test consistentes en arrugar la piel para evaluar la tasa de grasa en los deportistas.
Ese grupo de trabajo independiente fue creado el pasado mes de junio por Swimming Australia, Federación local de natación, después de la decisión de Maddie Groves, doble medallista de plata en los Jue-gos Olímpicos de Río 2016, tras renunciar a los campeonatos de clasificación para la justa veraniega de Tokio, denunciando la presencia en su deporte de “perversos misóginos”.
La Federación mostró ayer su intención de “nunca más nombrar a un equipo de entrenadores compuesto únicamente por varones para las competiciones naciona-les e internacionales”, y de instaurar un grupo de trabajo para promover la igualdad de sexos.
Además presentó de nuevo sus disculpas “a los miembros de la comunidad de nadadores que han tenido una experiencia negativa”.