Kiev. El secretario estadunidense de Estado, Antony Blinken, rechazó ayer la exigencia de Rusia de dar garantías por escrito de que no habrá ampliación de la Organización del Tratadodel Atlántico Norte (OTAN) hacia el este, mientras el presidente francés, Emmanuel Macron, propuso un “nuevo orden de seguridad” en Europa con la alianza transatlántica frente a Rusia.
La Federación Rusa reiteró a su vez que no planea atacar a Ucrania, en momentos en que sus fuerzas armadas y aliados concluyeron su retirada de Kazajistán, tras su despliegue en apoyo al gobierno del país centroasiático, amenazado a principios de enero por la violencia.
Blinken declaró que Washington no presentará una respuesta escrita a las demandas rusas durante las discusiones que ambos países mantendrán esta semana sobre Ucrania, como exigió Moscú. “No presentaré un documento en estos momentos al ministro de Exteriores ruso (Serguei Lavrov). Tenemos que ver dónde estamos parados y si hay aún oportunidades de continuar el diálogo que es, por mucho, la vía preferente”.
Lavrov se entrevistará con Blinken mañana en Ginebra, y presentó borradores de propuestas particularmente detalladas a Estados Unidos.
El jefe de la diplomacia estadunidense aseveró que algunas demandas rusas están “condenadas al fracaso”, como el compromiso de nunca ampliar a la OTAN hacia el este, incluida Ucrania.
Rusia plantea que la OTAN y Moscú se compometan a no emplazar efectivos en regiones donde la otra parte pudiera considerar que se amenaza su seguridad nacional.
“Si realmente hacen lo que son capaces de hacer con la fuerza que han concentrado en la frontera, será un desastre para Rusia”, indicó Biden.
Agregó que la fuerza rusa probablemente podría prevalecer con el tiempo ante el ejército ucranio, más débil, pero aseguró que ello tendría un costo muy alto “en términos de pérdida de vidas para los rusos”.
Blinken pidió ayer desde Kiev a las naciones occidentales que permanezcan unidas ante la “implacable” agresión rusa contra Ucrania y garantizó al presidente ucranio, Volodymyr Zelensky, que Washington y sus aliados respaldan firmemente a su país ante la amenaza rusa.
Moscú se niega a retirar a sus tropas y afirma que tiene derecho a desplegarlas donde quiera dentro de su territorio.
Rusia confía en seguir debatiendo con Estados Unidos las garantías de seguridad, afirmó ayer el viceministro ruso del Exterior, Serguei Riabkov, quien advirtió que Moscú no está dispuesto a esperar de manera indefinida la respuesta de Washington sobre las garantías de seguridad.
“Necesitamos una respuesta directa, comprensible y por escrito, en forma de un análisis, artículo por artículo, de los proyectos que hemos puesto sobre la mesa”, recalcó.
“No tenemos intención de cometer acciones agresivas; no vamos a atacar a Ucrania”, reiteró Riabkov.
La Unión Europea está a favor del diálogo con Rusia, pero no apoyará los intentos de dividir Europa en “esferas de influencia”, declaró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Macron, en tanto, hizo ayer un llamado ante el Parlamento Europeo a crear un “nuevo orden de seguridad” compartido con la OTAN y pidió un “diálogo franco” con el gobierno ruso, al definir las prioridades de su país, que comenzó a ejercer la presidecia rotatoria de la UE.
El canciller federal alemán, Olaf Scholz, al participar en el foro de Davos, advirtió que Europa no permitirá cambios en las fronteras por la fuerza.
El ejército ruso y sus aliados concluyeron ayer su retirada de Kazajistán, tras su despliegue en apoyo al gobierno del país centroasiático, amenazado a principios de enero por disturbios.
Más de 2 mil soldados fueron enviados a la antigua república soviética a petición del presidente Kassym Jomart Tokayev, tras una violencia no vista desde que el país obtuvo la independencia en 1991.
A principios de enero, manifestaciones contra un aumento de precios de la energía se tornaron violentos y acabaron con una fuerte represión que dejó 225 muertos, cientos de heridos y al menos 12 mil detenidos.