La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) se vio obligada a aclarar que no ha ejercido su facultad de atracción ni realiza investigación alguna sobre el hallazgo del cuerpo de un bebé de tres meses de edad en un contenedor de basura en el Centro Penitenciario de San Miguel, Puebla, pese a que el sábado pasado dio a conocer que así lo haría.
Previamente, la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Puebla le pidió no invadir su esfera de competencia, dado que, de acuerdo con la Constitución, dicho caso es materia del organismo local.
El martes pasado, la comisión estatal acusó que la atracción del caso por la CNDH resultaba “un exceso” e incluso “estaríamos en presencia de una probable responsabilidad por parte de las personas servidoras públicas de ese organismo nacional, al no realizar con apego sus actuaciones”. Le solicitó que se abstenga de hacer planteamientos de esta naturaleza, ya que “mal informan a la sociedad y transgreden la autonomía de los organismos locales”.
En un comunicado, la organización Reinserta –que dio a conocer el hallazgo del bebé el 14 de enero pasado– y otras asociaciones pidieron a la presidenta de la CNDH, Rosario Piedra Ibarra, no retractarse y reconsiderar la atracción del caso, pues “es de nuestro conocimiento que la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Puebla inició de forma tardía la revisión del expediente, poniendo en riesgo la imparcialidad y la transparencia de este terrible hecho”.