La eventual desaparición del Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) para “transferirle” sus atribuciones al Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) pondría en riesgo a los idiomas de dicho sector de la población, ya que no habría recursos suficientes para rescatar a aquellos que están en peligro de extinguirse ni fortalecer su presencia en ámbitos como la educación, la salud y la procuración de justicia.
Así lo advirtió la Organización de Traductores, Intérpretes Interculturales y Gestores en Lenguas Indígenas AC (Otigli), la cual denunció que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador está incumpliendo con su compromiso de respetar y promover los derechos de los pueblos originarios del país.
En conferencia de prensa, integrantes de dicho colectivo dieron a conocer un posicionamiento en el cual subrayaron que la incorporación del Inali al INPI “es producto de la política de ajuste del gobierno federal para el financiamiento de sus megaproyectos. Para los pueblos indígenas, el intento de eliminar esta institución refleja el racismo y discriminación imperante” en México.
Luego de recordar que el Inali colabora con diversas instituciones en materia de cultura, acceso a la justicia y defensa de los derechos humanos, los activistas de la Otigli señalaron que la mencionada iniciativa contraviene el artículo 2 de la Constitución, el cual indica que los pueblos indígenas tienen derecho a “preservar y enriquecer” sus idiomas y conocimientos.
“Para nosotros, las lenguas son entidades de valor, que tienen gran sabiduría y filosofía”, por lo que “rechazamos las políticas integracionistas de castellanización, y exigimos que creen nuevas políticas lingüísticas para oficializar la transversalidad de las lenguas indígenas en todos los ámbitos de la vida pública”, dijeron.
Al ser cuestionados sobre las principales afectaciones de la desaparición del Inali, los inconformes advirtieron que, si esta iniciativa se concreta, las lenguas de los pueblos originarios no podrían fortalecerse ni impulsarse como parte de una educación bilingüe a todos los niveles escolares, además de que no se podrían rescatar aquellas en riesgo de extinguirse, como el kiliwa, el cucapá, el seri y el ayapaneco, entre otras.
Para ejemplificar la falta de interés del actual gobierno por los idiomas indígenas, la Otigli recordó que el Inali sólo cuenta con un presupuesto de 71 millones de pesos, que es incluso menor al destinado para el mantenimiento de la Cámara de Diputados.
Tras demandar que se tome en cuenta el sentir de los hablantes de las lenguas originarias, por ejemplo, con una consulta pública sobre la fusión del Inali, el organismo solicitó al Ejecutivo que “establezca las condiciones para la creación de nuevas políticas lingüísticas que oficialicen la transversalidad del uso de las lenguas indígenas en todos los ámbitos de la vida pública y se promuevan cambios legales y jurisdiccionales para el debido cumplimiento en las responsabilidades del Estado mexicano”.