Wellington. Las primeras imágenes de Tonga tras la explosión de un volcán que desató un tsunami el fin de semana pasado mostraron ayer la devastación en este archipiélago del Pacífico, cubierto por las cenizas y con importantes daños por las marejadas.
Este territorio quedó prácticamente incomunicado por la erupción del volcán submarino Hunga-Tonga-Hunga-Ha’apai, que el sábado cortó el cable de conexión de la isla, y ahora depende de la señal irregular de los teléfonos satelitales.
La monumental columna de humo del volcán alcanzó una altura de 30 kilómetros y regó cenizas, gas y lluvia ácida en una zona muy amplia del Pacífico. El tsunami que le siguió levantó olas hasta de 15 metros en las costas de Tonga, informó el gobierno.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la Organización de Naciones Unidas (OCHA) dijo ayer que tres personas murieron, al citar al gobierno tongano.
Tres días después de esta erupción, con las comunicaciones interrumpidas, todavía se desconoce el alcance real de la catástrofe.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que su delegado local, el médico Yutaro Setoya, está “encauzando las comunicaciones entre las agencias de la Organización de Naciones Unidas y el gobierno de Tonga”.
El organismo indicó que en la isla principal, Tongatapu, hay 50 casas destruidas y 100 que resultaron con daños. Además advirtió que las emanaciones del volcán generan temores de que haya contaminación del agua y los alimentos.
“El gobierno recomendó a la población permanecer en sus casas, utilizar cubrebocas si sale y beber agua embotellada”, indicó la OMS en un tuit.
Las imágenes satelitales muestran que el volcán submarino ubicado al norte del archipiélago volvió a estar sumergido y sólo emergen dos pequeños islotes de lava.