Cientos de migrantes centroamericanos que integraban una nueva caravana rumbo a Estados Unidos fueron devueltos a sus naciones de origen o los países de procedencia al llegar a la frontera entre Honduras y Guatemala, indicaron autoridades.
La cancillería de Guatemala señaló que 622 personas, principalmente de Honduras y Nicaragua, fueron interceptados en las fronteras de Corinto y Agua Caliente antes de entrar a ese país, de los cuales 23 por ciento eran menores de edad.
La institución agregó que las personas, en su mayoría hombres, fueron regresados al no presentar requisitos migratorios ni sanitarios, y aclaró que 15 cubanos fueron retornados a Honduras y no a su país, ya que por allí ingresaron.
A pesar de las advertencias de las autoridades, cientos de personas aún se organizaban por medio de redes sociales para abandonar sus naciones y realizar una nueva movilización en masa.
“No podemos seguir un día más aquí”, dijo un nicaragüense que prefirió no identificarse. “Nos vamos a ir, quiero llegar a Estados Unidos, aquí no hay manera de vivir”.
La nueva caravana sale en momentos en que Estados Unidos y México intentan frenar los desplazamientos masivos y que cada año suman a gente de más nacionalidades, recientemente haitianos y venezolanos.
En diciembre, México reubicó a miles de migrantes que llegaron en caravanas y que estuvieron varados por meses en Tapachula, Chiapas, a la espera de refugio o una oportunidad para llegar a Estados Unidos.
Organismos de derechos humanos han alertado sobre los peligros que corren los migrantes mientras huyen de la violencia y la pobreza de sus países, por lo que han exhortado a los receptores a mejorar el trato que reciben.