Los dos primeros días de febrero, los más de 6 mil trabajadores de la planta de General Motors (GM) en Silao, Guanajuato, elegirán a su nueva representación sindical, luego de un accidentado proceso que arrancó en abril del año pasado.
Dos organizaciones cetemistas pelean la representación de los trabajadores y un contrato que, sólo en cuotas sindicales, alcanza 25 millones de pesos mensuales. A esas dos agrupaciones se sumó de última hora un sindicato cercano a la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC). El coctel lo completa el Sindicato Independiente Nacional de Trabajadores y Trabajadoras de la Industria Automotriz (SINTTIA), que cuenta con el respaldo de sindicatos de Estados Unidos y Canadá, así como de organizaciones con tradición de respaldo al sindicalismo independiente.
SINTTIA ofreció ayer una rueda de prensa en la que demandó el cese de la intervención de la empresa a favor de los otros tres sindicatos y pidió a la autoridad laboral dar garantías para que el proceso electivo se realice en plena libertad, toda vez que los trabajadores están siendo presionados y amenazados, incluso con el despido, si favorecen una opción independiente.
Patricia Juan, asesora legal del SINTTIA, dijo que buscan “que la empresa se vea obligada a respetar el voto libre. Estamos pidiendo apoyo a través del mecanismo del T-MEC para que se pueda lograr que todos los trabajadores voten y que las autoridades vigilen el proceso desde ahora”.