Madrid. El canciller venezolano Félix Plasencia criticó ayer la “obsesión” del presidente colombiano, Iván Duque, con Venezuela, que busca “ocultar” las matanzas en Colombia, al tiempo que se reportó el asesinato de otra líder social colombiana así como el de un menor indígena a manos de disidentes de las FARC, y la muerte de una niña por una bala perdida lanzada por el Clan del Golfo.
“La obsesión compulsiva sobre Venezuela que padece el capo que se ha enquistado en el Palacio de Nariño sólo pretende ocultar las masacres, los desplazados y la tragedia humanitaria que se vive en Colombia, un narcoestado hecho a la medida del señor Duque”, tuiteó Plasencia.
Condenó las declaraciones de Duque en las que cuestionó el proceso de negociación entre la oposición y el gobierno de Venezuela. “No es de extrañar que un político de su calaña, incapaz de respetar lo pactado en los acuerdos de paz en Colombia, se exprese de esa forma sobre los enormes esfuerzos que todas las partes involucradas han venido haciendo a favor de promover el consenso entre las y los venezolanos”, agregó.
En tanto, la corporación Claretiana Norman Pérez Bello y la Corporación Jurídica Yira Castro informaron que otra líder social y reclamante de tierras, Luz la médica Marina Arteaga, fue asesinada en el departamento de Casanare (noreste).
EI Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) señaló que el indígena Breiner David Cucuñame, de 14 años, fue abatido en el departamento colombiano de Cauca, presuntamente por disidentes de la extinta guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Según Indepaz, mil 288 líderes y defensores de derechos humanos han sido asesinados desde la firma de la paz entre el gobierno y las FARC en 2016.
La Defensoría del Pueblo indicó que Colombia sumó 145 líderes y defensores de derechos humanos asesinados en 2021.
En otro hecho, Valeria Murillo, de 10 años, murió por disparos de pistoleros del Clan del Golfo en el departamento de Chocó.