Ciudad de México. La economía mexicana comenzó el 2022 con signos de debilidad y cargado de incertidumbre, advirtió Alejandro Hernández Bringas, nuevo presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).
En videoconferencia, el representante del organismo privado resaltó que la inversión fija bruta permanece estancada, mientras que el consumo privado interior continúa débil, siendo las exportaciones las únicas que han generado empuje.
Asimismo, hizo énfasis en el alto nivel inflacionario y en que el número de contagios por covid-19 se ha disparado en las últimas semanas, lo cual si bien no ha llevado a nuevos cierres, sí ha provocado que ausentismo laboral por personas que se deben aislar.
“Hacia adelante, el panorama económico luce altamente incierto, sobre todo por los riesgos que aparecen en el horizonte y que pueden hacer difícil la recuperación cabal de la actividad económica, entre los que sigue apareciendo el covid y la posibilidad de que siga generando impactos negativos”, apuntó Hernández Bringas.
El IMEF pronostica un crecimiento económico de 2.7 por ciento para 2022, el cual es menor al 2.9 por ciento que preveía un mes antes.
Persisten riesgos
Para el presidente del IMEF, en México hay varios factores internos que generan incertidumbre, comenzando por el riesgo que representa la corrección monetaria que tendría que seguir el Banco de México, y que se anticipa en al menos un punto porcentual de alza, en su tasa durante el año, aunque está por verse si la incorporación de la nueva gobernadora cambiará el balance al interior de la junta de gobierno y la conducción de la política monetaria.
Asimismo, dijo, uno de los riesgos más relevantes viene dado por los cambios en el marco legal, especialmente por la iniciativa de reforma eléctrica que está esperando ser discutida en el Congreso y que de aprobarse tendría efectos muy negativos sobre las perspectivas de inversión y sobre el crecimiento potencial del país.
Lo anterior, apuntó, debido a que cerraría las puertas a inversiones que hacen mucha falta y abriría la puerta a mayores costos para la producción.
“Debe notarse que es justo en el sector energético donde se tienen las oportunidades más importantes y cercanas para México, pero esto requiere repensar la estrategia actual”, destacó el especialista.
Enfatizó en que para mejorar el desempeño de la economía mexicana, el gran reto es generar las condiciones adecuadas en el entorno de negocios, alinear mejor la política pública y evitar caer en trampas como la reforma energética que se propone.