Ya sea por tendencia, pero sobre todo por “convicción”, cada vez más mujeres se están dejando las canas. Esto “empodera, y nos descosifica”, dijeron a La Jornada personas que superan las cuatro décadas.
Lucy, de 65 años, dice que tener el cabello blanco no la define, y menos la limita. “Uno sigue haciendo su vida”. Todo empezó por una “alergia severa”, y por eso dejó el tinte, pero luego se convirtió en una actitud de vida, pese a la “presión” que experimentó para que sepintara el cabello. “Mi mamá se tiñó el pelo hasta el último día de vida”. Incluso dejó de ir con su estilista cuando ésta le comentó que canosa no lucía bien.
La maestra jubilada de la Universidad Pedagógica Nacional, comenta que también sus alumnas le preguntaban si se dejaría de entintar la cabellera. “Antes, las canas representaban quedarte en tu casa y ponerte a tejer. Todavía el pelo cano se asocia con la vejez, pero todo se relaciona con la actitud que tienes frente la vida, estoy activa en tareas sociales y educativas, y eso no se esfuma”.
Su proceso duró cerca de dos años, porque no es tan fácil lograr el tono gris y menos el blanco, y reconoce que su decisión ha contagiado a algunas de sus amigas.
Cecilia, de 52 años, dice que “no me atrevo, reconozco que no soy tan valiente. Me sale un mechón blanco parece como de Cruella de Vil”, y Paola, de 53, cree que “eso de dejarse el cabello blanco es para los hombres”. Lisbeth, quien tiene cabello rubio, dice que sus canas no se notan.
Para Elizabeth, cerca de cumplir 60 años, es cuestión de estética, pero también se relaciona con que “te ves más vieja, no me las dejaría, no me gustan”. Se pinta el cabello cada tres meses, “mi estilista me pone luces castaño cenizo”. A escala mundial están de moda los cabellos blancos o grises, e incluso mujeres jóvenes sin canas han adoptado esta tendencia.
El covid-19 y el confinamiento, incidieron en que las cabelleras grises se pusieran de moda. Todo el comercio no esencial en muchos países fue cerrado, y así el gray hair se convirtió en tendencia. Muchas de las denominadas celebridades adoptaron esa apariencia.
Jaqui ha acompañado a diversas mujeres en el proceso de dejarse las canas. “Hay mujeres que se niegan a pesar de que lo quieren, porque hay hijos o marido o amigas” que les dicen que deben pintarse el cabello.
Jaqui, tiene canas “nunca me pinté nunca creí en la pintura ni en someter a químicos mi cabello” y considera que muchas mujeres ocultan sus hilos plateados porque el “patriarcado” también influye en este aspecto. “Están sometidas a patrones que ellas no eligieron”; además existe la falsa percepción de que “una mujer con canas está refundida, pero un hombre con esa característica está listo para seducir”.
Todas las que “se han atrevido” coinciden en que “lo más difícil es la transición”, y Jaqui cree que disimular las canas a veces puede ser como una “adicción”; estás “enganchada”, y por eso en ocasiones “hay que quitar espejos de casa” para dejar avanzar el proceso.
Natalia, quien ronda los 70 fue más allá, decidió “darle luz” a su cabello totalmente blanco, y lo pintó de azul turquesa. Acapara miradas y Laura pintó sus canas de verde. “Hice realidad el dicho”, bromea.