Mexicali. El fotoperiodista Margarito Martínez Esquivel, especializado en temas de seguridad y justicia, y colaborador de varios medios, fue asesinado ayer de un disparo de arma de fuego en la cabeza cuando se encontraba afuera de su casa, en la colonia Camino Verde de la ciudad de Tijuana.
Martínez Esquivel era beneficiario del Mecanismo de Protección a Periodistas de Baja California y estaba en proceso de análisis su incorporación al mecanismo de la Secretaría de Gobernación luego de ser confrontado el pasado 13 de diciembre por un ex policía que tiene una página de "noticias" en facebook.
El crimen del comunicador causó indignación entre el gremio periodístico, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos de Baja California (Cedhbc) y en los diferentes sectores de la población que exigieron sea esclarecido y se detenga al o los responsables.
El fotoreportero, de 49 años de edad, inició su carrera como independiente y después se convirtió en colaborador de varios medios locales como el Semanario Zeta, Cadena Noticias, La Jornada Baja California, Punto Norte, El Imparcial, San Diego Union-Tribune (de San Diego, California), entre otros.
La agresión contra Margarito Martínez, hijo de la periodista Eglantina Esquivel, quien dirige la revista La Lucha de las Féminas y hermano de Rosa Martínez, ex consejera del Sistema Estatal Anticorrupción, se produjo alrededor del mediodía del lunes en la calles 5 de mayo, colonia popular Camino Verde, delegación Sánchez Taboada.
Versiones policiacas extraoficiales aseguran que se escuchó una discusión, tres disparos y el motor de un vehículo. Sin embargo, no hay testigos presenciales ni cámaras de vigilancia que lo hayan documentado.
Su cuerpo quedó tendido a un lado de su vehículo, un Ford Escort con placas de Baja California, cuya ventana derecha delantera quedó destrozada.
Sin descartar la hipótesis del asesinato relacionado con su actividad periodística, existe la versión de un atentado derivado de un conflicto por un terreno con un vecino, según difundió el semanario Zeta.
La Secretaría de Seguridad Pública de Tijuana adelantó que los primeros datos señalan que "podría tratarse de problemas personales entre vecinos" pero puntualizó que corresponde a la Fiscalía General del Estado (FGE) realizar la indagatoria.
Sin referirse a ninguna linea de investigación, la FGE informó en un comunicado que la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos contra la Vida realiza las pesquisas para resolver el caso y confirmó que estudios periciales confirmaron que la víctima recibió un disparo en la cabeza que le causó la muerte.
El presidente de la Cedhbc, Miguel Ángel Mora Marrufo, dijo que "es imperativo que se realice un proceso expedito del caso, ya que cualquier ataque a periodistas constituye un atentado a la libertad de expresión y al derecho a la sociedad a estar informada”.
El movimiento #Yosisoyperiodista demandó a la FGE resultados en la investigación del homicidio.
Margarito Martínez comenzó a cubrir la nota policiaca en 2006 y se especializó al paso de los años, en medio de la época más violenta de Baja California y Tijuana en particular, por lo que fue entrevistado en múltiples ocasiones por medios nacionales e internacionales sobre su labor.
En sus inicios tenía una cámara fotográfica semiprofesional con la que se "defendía" en las coberturas, luego tuvo algún apoyo del gremio para adquirir equipo de comunicación y en fechas recientes ya tenía dos cámaras con lentes profesionales; con su teléfono celular también enviaba imágenes para cumplir con sus compromisos laborales.
Se le contrató como freelance y guía o "fixer" de medios de distintas regiones del mundo, como Los Angeles Times, que en 2019 publicó una crónica sobre los hechos violentos, bajo la guía de Margarito. Al fotoperiodista le sobreviven una hija adolescente y su María Elena Frausto, a quien llamaba "el amor de mi vida".
De mañana, tarde, noche o madrugada, se le podía encontrar en diferentes puntos cubriendo principalmente la "nota roja", pero también en hechos de relevancia, como migración, incendios y hasta las jornadas de vacunación o actos políticos.