La Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM) arrancó con tropiezos por la inacabada separación de funciones con el Servicio de Administración Tributaria (SAT), lo que ha generado un vacío de responsabilidades que se enfilan a generar una serie de impugnaciones por parte de los contribuyentes, considera el Colegio de Contadores Públicos de México (CCPM).
“Hay desinformación y poca certeza jurídica sobre las funciones del SAT y las de la ANAM. Operativamente estamos teniendo problemas en este traspaso, ¿quién te revisa, quién te sanciona?”, expuso Magdalena Contreras, de la Comisión de Comercio Exterior del colegio.
A mediados de 2021, el gobierno federal emitió un decreto para la creación de la ANAM como un organismo descentralizado equiparable al SAT, pero con mayor autoridad, y se ha reforzado la presencia de militares en las instalaciones con el objetivo de reducir el contrabando.
Contreras agregó que si bien hay rezagos en la expedición de documentos y bases de datos necesarios para las empresas, “la fiscalización sigue. El SAT/ la Agencia Nacional tienen problemas en atender a los contribuyentes, pero las obligaciones de ellos no se detienen”, así que no se descartan impugnaciones.
También se ha rezagado el objetivo de evitar la simulación de comprobantes y reducir el contrabando con la Carta Porte, porque no se consideraron las vertientes en el autotransporte, y por problemas tecnológicos se prevé que entre en operación hasta marzo.
El comercio exterior aporta más de 60 por ciento del impuesto al valor agregado en el país y por ello el gobierno quiere evitar con la ANAM las pérdidas vía contrabando.