Melbourne. En lugar de iniciar hoy la defensa de su título en el Abierto de Australia, Novak Djokovic abandonó el país, un final demoledor y sin precedentes a su racha de éxitos en Melbourne Park.
Djokovic ha ganado nueve de sus 20 trofeos de Grand Slam en el Abierto de Australia –incluidos tres seguido– y tenía previsto jugar en la cancha principal del torneo en el primer día de competición.
Pero el número uno del tenis masculino fue deportado de Australia, después de que tres jueces de una corte decidieran de forma unánime respaldar el derecho del ministro de inmigración de cancelarle la visa. El fallo se dio a conocer a menos de 18 horas de inicio del primer Grand Slam de la temporada.
Djokovic expresó su decepción con el fallo, pero mostró respeto a la decisión de la corte y dijo que cooperaría con las autoridades “en relación a mi salida del país” y luego se tomaría un tiempo “para descansar y recuperarme.
“Estoy extremadamente decepcionado con la decisión de la corte de desestimar mi solicitud de revisión judicial a la decisión del ministro de cancelar mi visa, lo que implica que no puedo quedarme y participar en el Abierto de Australia”, señaló en un comunicado.
El serbio de 34 años intentaba utilizar un permiso médico para eludir el requisito para todos los participantes en el Abierto de Australia –tenistas, equipo técnico, espectadores y otros– de vacunarse contra el covid-19.
Djokovic, con mascarilla, fue fotografiado en el aeropuerto de Melbourne acompañado por dos funcionarios del gobierno con uniformes negros. Se marchó en un vuelo de Emirates a Dubái, la misma ciudad de Emiratos Árabes Unidos desde la que voló a Australia.
Djokovic no está vacunado, y el gobierno dijo que su presencia podría avivar la corriente antivacunas.
La Federación Australiana de Tenis, organizadora del torneo, difundió un comunicado para indicar que respeta la decisión de la Corte Federal.
“Deseamos tener un Open de Australia 2022 competitivo y emocionante y deseamos a todos los jugadores la mejor de las suertes”, añadió.
La ausencia de Djokovic implica que el torneo apenas contará con un ex campeón en el cuadro masculino: Rafael Nadal, ganador de la edición de 2009. Y resulta que el español es quien tendrá la oportunidad de atrapar el título 21 de Grand Slam y romper el empate con Djokovic y Roger Federer, baja tras una serie de cirugías en la rodilla.
El primer ministro australiano Scott Morrison ha defendido las estrictas políticas fronterizas de Australia desde el día que Djokovic fue detenido. “Las reglas son las reglas”, tuiteó.
En respuesta, el gobierno serbio, las instancias deportivas y habitantes del país de los Balcanes se rebelaron contra la expulsión, que juzgan de “escandalosa” y “política”.
“Piensan que con estos 10 días en los que recibió un tratamiento inadecuado, han humillado a Djokovic”, lanzó el presidente serbio Aleksandar Vucic a la prensa local; “se han humillado ellos mismos, Djokovic puede volver a su país con la cabeza alta y mirar a todo el mundo a los ojos”.