Nur-Sultán. Los violentos disturbios en Kazajistán, que comenzaron con protestas pacíficas por los precios de la energía y provocaron que el gobierno pidiera ayuda a un bloque militar liderado por Rusia, dejaron 225 muertos, 4 mil 353 heridos, 9 mil detenidos y 4 mil 578 damnificados, anunciaron las autoridades ayer.
“Durante el estado de emergencia, los cuerpos de 225 personas fueron entregados a los depósitos de cadáveres, de los cuales 19 eran agentes de la ley y personal militar”, declaró Serik Shalabaev, representante del fiscal del Estado, en una sesión informativa, la cual no abordó el asunto de si hay personas encarceladas por su participación en las revueltas.
Las autoridades kazajas han culpado de la violencia a los bandidos y a los “terroristas” internacionales que, según ellas, controlan las protestas, cuyo epicentro se trasladó del oeste a la mayor ciudad del país, Almaty.
Las movilizaciones en las calles han sido la mayor amenaza hasta el momento para el régimen establecido por el líder fundador de Kazajistán, Nursultán Nazarbáyev, que dimitió en 2019 y eligió a Tokáyev como sucesor.
Gran parte de la ira popular parece dirigida a Nazarbáyev, de 81 años, quien gobernó Kazajistán desde 1989 antes de entregar el poder al comenzar los disturbios.
Muchos manifestantes gritaron “¡Fuera el viejo!”, en referencia a Nazarbáyev, y una estatua en su honor fue derribada en la ciudad sureña de Taldykorgan.
Esta semana, Tokayev lanzó un ataque sin precedentes contra el ex jefe de Estado de Kazajistán y afirmó que su mentor no compartió la enorme riqueza del país de Asia central con los habitantes.
El sábado, el fondo soberano Samruk Kazyna indicó que dos familiares de Nazarbáyev perdieron sus puestos al frente de empresas energéticas.
Portavoces de la entidad financiera kazaja detallaron ayer que Dimash Dosanov y Kairat Sharipbayev fueron cesados de sus cargos al frente de la empresa nacional de transporte de petróleo KazTransOil y de la empresa nacional de gas QazaqGaz (antes KazTransGas), respectivamente.
Las decisiones se tomaron “de acuerdo con el consejo de administración”, destacó el fondo.
Kairat Sharipbayev, de 58 años, es el marido de la hija mayor de Nazarbáyev, Dariga Nazarbayeva y Dosanov, de 40 años, es el esposo de la menor, Aliya Nazarbáyev.
El presidente actual ha culpado en parte a QazaqGaz de esta histórica crisis, que comenzó con una subida de los precios del gas licuado de petróleo –un combustible popular–, desencadenando protestas pacíficas a principios de enero.
Las tropas de la Organización del Tratado de Seguridad Colectiva, dirigida por Rusia, la cuales ayudaron a calmar la violencia en la nación centroasiática, comenzaron el jueves una retirada gradual.