Villahermosa, Tab. Con 507 carpetas de investigación abiertas entre enero y noviembre de 2021, principalmente en cinco de los 17 municipios del estado, Tabasco ocupa el primer lugar en el delito de robo de ganado, lo que mantiene en la incertidumbre a productores y en alerta a las autoridades judiciales.
Al menos cuatro bandas dedicadas al abigeato fueron detectadas en Tabasco y los límites con Chiapas; sus integrantes transitan por las comunidades exhibiendo sus armas largas para intimidar a los campesinos cuya actividad es la crianza de ganado en Macuspana, municipio ubicado a unos 45 kilómetros de esta capital.
La gravedad del caso es tal que el 9 de enero pasado elementos de la Fiscalía General del Estado (FGE) recuperaron 150 reses que habían sido sustraídas de la ranchería Huapacal, municipio de Huimanguillo, cuya cabecera se ubica a 65 kilómetros de la capital del estado.
En ese operativo, las autoridades también aseguraron una camioneta en la que habían sido trasladados los semovientes robados en esa zona rural de la Chontalpa; sin embargo, no hubo detenidos.
Cerca del ejido San Miguel “se ubicó el predio donde se encontraron los animales, así como una camioneta, la cual quedó retenida para el desarrollo de las investigaciones”. Huimanguillo es uno de los municipios que más resiente este delito por su vasta región ganadera y agrícola que limita con el estado de Veracruz.
En cuanto al resto de la entidad, los afectados acudieron en los primeros días de diciembre a la FGE, a fin de solicitar el apoyo de las autoridades y demandar una respuesta inmediata del titular de la dependencia, Nicolás Bautista Obando.
Un ganadero , explicó: “es lamentable lo que sucede pues estas tierras son eminentemente ganaderas; el estado tiene un hato de aproximadamente un millón 900 mil reses y cuenta con un millón 650 mil hectáreas dedicadas a esta actividad”.
Productores que pidieron el anonimato dijeron que “cuando las autoridades de la región de Los Ríos capturan a un cuatrero, a los pocos días lo liberan y luego se pasean por las comunidades como si nada hubiese pasado”.
Delito impune
También los ganaderos de alto registro se quejan de la “forma vil en que operan los delincuentes”, afectando no sólo al sector ganadero sino que “le están dando en la torre a Tabasco”, por la forma descarada en que actúan. Lo importante sería que se termine con la impunidad en esta clase de delito, dicen.
Uno de ellos narró que hace unos meses en la zona de Altozano, municipio de Centro (con cabecera en Villahermosa), en los límites con Macuspana, los delincuentes aliñaron ahí mismo en el potrero a un semental por el que el propietario había pagado 130 mil pesos, por ser un animal de “calidad genética”. Este tipo de acciones “está matando a la ganadería en Tabasco”.
La FGE explicó a La Jornada que la incidencia ha bajado en más de 50 por ciento, pues en 2018 hubo mil 70 carpetas de investigación y en los primeros 11 meses de 2021 se integraron 507, pero, aun así, Tabasco se “mantiene en el primer lugar nacional, aun cuando en otros estados la incidencia es más baja”.
Según cifras del Observatorio Ciudadano de Tabasco, con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de seguridad Pública 2021, la incidencia del abigeato en el estado es de 5.52 por ciento, 6.4 veces más que la del resto del país, que es de 0.74 por ciento.
Las localidades que superan la tasa del estado son Macuspana, con 130 por ciento; Huimanguillo, con 23 por ciento; Cunduacán, 6 por ciento; y Nacajuca con 5 por ciento. Los municipios de Centro y Macuspana focalizan la tercera parte de las denuncias.
Proponen endurecer penas
El problema, considerado grave por los ganaderos, llegó al Congreso del estado, donde las bancadas del PRI y de Morena coincidieron en la necesidad de endurecer las penas contra quien o quienes cometan abigeato.
Fabián Granier Calles, de la bancada del PRI y presidente de la Comisión de Desarrollo Agropecuario, presentó una iniciativa de reforma al artículo 181 del Código Penal para el estado de Tabasco, en la que propone se incrementen a un mínimo de seis a un máximo de 18 años de prisión las penas contra el delito.
“Es decir, pasar de un mínimo y máximo de 4 años a 16 de prisión, a un mínimo y máximo de 6 a 18 años”, además de 200 a 900 días de multa”, señala el documento.
En la iniciativa presentada por Luis Salinas Falcón, diputado de Morena y dedicado a la actividad ganadera, pide “reclasificar el abigeato como un delito contra la sociedad en vez de que se siga considerando contra el patrimonio, como actualmente”.
Dijo que de esta manera “los imputados no podrían tener el beneficio de los métodos alternativos de solución de conflictos y llegar con la víctima a un acuerdo reparatorio que les evite ser sentenciados, como hasta el momento ocurre”.
La iniciativa de Salinas Falcón, además plantea que el abigeato se perseguirá de oficio para que no quede impune. Su propuesta cuenta con el respaldo de presidentes de asociaciones de productores locales, como Oliver Falcón, de Centro; Mario Iván Jiménez Mendoza, de Macuspana, y Alfonso Narciso Gómez Cámara, de la región de Balancán.
Socios de la Unión Ganadera Regional aseguran que la ganadería “es una de las actividades primarias que junto con la agricultura y la pesca fueron las principales fuentes de la economía de esta región del sureste, antes del arribo de la actividad petrolera en la década de los 70 del siglo pasado, y no podemos dejar que la delincuencia acabe con la ganadería”.