Melbourne. Novak Djokovic se mantenía en comparecencia ante la Corte Federal de Australia, la última oportunidad en busca de evitar su deportación por parte del gobierno, uno de cuyos ministros dijo que el astro del tenis es percibido como un emblema de la comunidad antivacunas.
Tres jueces analizaban la apelación en una audiencia a la que el número uno del tenis mundial acudió con un nutrido equipo de dos bufetes de abogados, a menos de un día de iniciar el Abierto de Australia, torneo que el serbio ha conquistado nueve veces y en busca de ganar su título 21 de Grand Slam.
Djokovic, cuyo visado quedó cancelado por segunda vez el viernes, pasó la noche del sábado detenido en un hotel empleado por las autoridades de migración, y la mañana de hoy se trasladó al despacho de los abogados que se encargan de una defensa que se antoja enormemente complicada.
En el “último juicio” para el tenista que fue detenido por primera vez a su llegada a Australia y pasó cuatro noches en un hotel del centro de Melbourne antes de quedar libre el lunes, gira en torno a su negativa a vacunarse, requisito en el país sede del torneo.
En la audiencia, realizada a distancia entre la Corte y la oficina de los abogados en la Rialto South Tower de Melbourne, Nick Wood, comenzó la defensa de su cliente centrándose en las razones por las que el ministro de migración Alex Hawke revocó el visado del serbio, al considerarlo un promotor antivacunas.
En su primera exposición, de más de una hora, el defensor legal sostuvo que se está “dañando la reputación de un gran hombre” y que su no presencia podría alimentar el sentimiento antivacunas entre la población que ha mencionado el ministro de migración en la defensa de sus argumentos para retirar el visado. “Tampoco hay riesgo de que contagie a nadie”.
“El ministro usó un razonamiento completamente diferente: que Djokovic podría ser un riesgo para la comunidad”, dice Wood, para referirse a los argumentos que presentó el gobierno para la primera y la segunda cancelación del visado del serbio.
Ruptura diplomática
Previo a la audiencia, la ministra serbia de Deportes, Vanja Udocicic, dejó entrever que en caso de deportación a Djokovic, habría una ruptura entre los países. “Tendremos que sentarnos y valorar seriamente las consecuencias”.
La saga alrededor de la posible expulsión de Djokovic ensombre-cía el Abierto de Australia y fastidia a muchos tenistas, como Rafael Nadal, quien señaló que el torneo “es mucho más importante que cualquier jugador; será un gran Abierto, con o sin él”, dijo el español, quien como Djokovic aspira a ganar su Grand Slam 21 y desempatar el récord que comparten también con Roger Federer.
Nadal manifestó que si Djokovic “termina jugando, bien, y si no participa, es lo que hay”.
El español, aseguró que respeta al serbio “como persona, por supuesto, y como deportista, sin ninguna duda. Realmente lo respeto, incluso si no estoy de acuerdo con muchas cosas que ha hecho en las últimas dos semanas”, insistió.
“Estamos en una situación que se ha complicado más de la cuenta”, opinó Nadal. “Honestamente, estoy un poco cansado de la situación porque creo que es importante hablar de nuestro deporte. Estamos ante uno de los torneos más importantes del mundo. No hay nadie de nosotros más importante que el deporte por sí mismo”, puntualizó el actual número seis del mundo tras varios meses ausente por lesión.
Lo cierto es que la saga alrededor de Djokovic está eclipsando la previa del torneo y causando controversia en el circuito. La actual campeona femenina, la japonesa Naomi Osaka, consideró que era una “desafortunada situación. Es un gran jugador y es triste que la gente pueda recordarlo de esta forma”, afirmó la dos veces ganadora en Melbourne.
La principal esperanza australiana del cuadro masculino, Alex de Miñaur, lamentó que “esta situación ha retirado mucho el foco de nosotros, los competidores” y empatizó con el malestar de sus compatriotas que han vivido casi dos años bajo fuertes restricciones por la pandemia.
Mientras, cientos de activistas antivacunas realizaron una concentración pacífica en el exterior del complejo de Melbourne Park, sede del torneo, y planeaban otra para el lunes.