Teherán. El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, declaró ayer que la respuesta económica del país ante las sanciones de Estados Unidos contra su país ha sido tan eficaz que la retirada de las penalizaciones no es una condición imprescindible en el diálogo sobre la restauración de su acuerdo nuclear con la comunidad internacional. A su vez, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, estimó que hay un mejor “ambiente” en las negociaciones con Irán sobre el programa nuclear, y consideró que es “posible” un pacto.
“Si bien este gobierno considera que retirar las sanciones es un punto importante en su agenda, no estamos vinculando su eliminación con las conversaciones”, afirmó Raisien su cuenta de Twitter.
Agregó que “las ventas de crudo han aumentado tanto que ya no nos preocupa. Los beneficios están regresando a Irán”.
Aunque el mandatario manifestó su preocupación ante el aumento de la inflación, a un nivel sin precedente en 70 años, afirmó que este indicador ha comenzado a bajar y su administración “se está mostrando optimista con vistas a un cambio tangible” de la situación.
Las conversaciones para el retorno de Washington al acuerdo y para que Irán volviera al respeto de sus compromisos se reactivaron el 29 de noviembre en Viena tras la suspensión de los contactos antes de la celebración de las elecciones presidenciales en Irán, en las que se impuso el ultraconservador Raisi.
Teherán ha anunciado la retirada de sus compromisos sobre varios de los puntos del acuerdo después de que Estados Unidos dejó unilateralmente el pacto en 2018, durante la presidencia de Donald Trump.
“El ambiente ha mejorado después de Navidad. Antes era pesimista, ahora pienso que es posible llegar a un acuerdo”, dijo Borrell en conferencia de prensa al fin de una reunión de cancilleres europeos en Brest, Francia.
Borrell mencionó la posibilidad de que haya un “resultado concreto ya en las próximas semanas”.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, comentó que “hay avances reales y un auténtico deseo, entre Teherán y Washington, de entender las preocupaciones concretas para mantener la paz”.